Al margen del dolor de cabeza, el guayabo (resaca, cruda) o como la llamen en sus respectivos países, es el estado mas deplorable y a la vez memorable del ser humano. El exceso cobrando su deuda, la noche de gloria cediendo paso al horrible despertar. Todos lo odian (con justa razón). Yo en medio de ese estado tan deprimente logro encontrar el costo-beneficio de la situación.
Hay algo tan legendario y místico en eso como en la propia rumba. Ese dolor de cabeza, el vomito, el caldo para calmar el dolor; es un ritual inherente a la historia de la raza humana. Eso que ahora utilizamos para celebrar la quincena, el cumpleaños, el comienzo o el fin del semestre en la universidad, o una reunión de amigos que hace mucho no veías; indirectamente le rindes culto a Dioniso. Cada vomito equivale a la sangre en el caso de los dioses mayas o aztecas. De hecho creo que algún DJ debería tomar el nombre de Dioniso... Tal vez yo.
En fin. Con ustedes, el himno internacional del guayabo.
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