miércoles, 31 de diciembre de 2014

Pills 'N' Thrills: Terquedad

Esto es muy soñador. Es muy cursi. Diría que innecesario. Pero pienso que es justo y necesario con un año en el que vi la cara de la victoria y la derrota a los ojos. Tuve oportunidades que aproveche y otras que no. Vi a varios de mis ídolos morir y a varios nuevos llegar y tomar su lugar. Escuche música que cambio mi forma de entenderla y música mediocre. Hice nuevos amigos y algunos enemigos. Tuve la suerte de saltar y gritar al ritmo de varias de las bandas mas alucinantes de los últimos 30 o 35 años y también fui testigo de como la sociedad siempre puede sacar lo peor de si misma.

Pero sobre todo, este 2014 lo recordaré por dos cosas: una, volver a THIS IS MUSIC, a la melomania, al afán y la saturacion de tener que sacar listas o reseñas para ustedes, pero con la promesa de nunca dejarme ganar por el agotamiento. La otra, por ser el año en que finalmente pude apreciar un poco mejor lo que Colombia suele sacar en el plano musical. Es verdad, aun me falta mucho para decir que conozco bien lo que saca el país, y tampoco pretendo ser de las personas que se la pasan arriba y abajo con su slogan de "apoyemos el talento nacional". Lo siento, yo apoyo el talento venga de donde venga.

Para mi es importante entender que el mundo es ahora el escenario, que la música va mas allá de un nacionalismo y que de ninguna manera debe verse limitada por él. Pero ojo, eso no significa que Colombia saque solo basura. Al contrario, se las ingenia para sacar cosas interesantes. Es diferente que eso a uno le guste o no.

Me resulta apasionante ver la bipolaridad que tuvo el 2014. De la muerte de Philip Seymour Hoffman a la fiesta sin fin de Estereo Picnic. De la muerte de Gabo al nuevo álbum de Kasabian. Del gol de James al "gol de Yepes". Del adiós definitivo de Gustavo Cerati a encarar una tesis de grado analizando los últimos 15 años del rock latinoamericano (inspirado por su partida, todo sea dicho).

Cuando pienso en 2014 y en todo lo que viví, parece que aprendí una lección muy bonita. La vida no compite con los tercos. Porque eso soy, por encima de todo. No melomano, no periodista, no colombiano, no músico frustrado, no "todero" en THIS IS MUSIC. Soy un terco. Un gran terco por escribir estas lineas incoherentes solo para desearles a todos un gran 2015, lleno de buenas noticias, historias locas y sobre todo, muy buena música.

Y claro, desear que ellos me den el mejor día de todos en marzo. Después de todo, solo la terquedad  de ellos y algún promotor pudo traerlos finalmente a Colombia.

¡¡¡FELIZ AÑO!!! ¡¡¡GET LOOSE, GET LOOSE!!!

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