miércoles, 10 de diciembre de 2014

Reseña: Spoon - They Want My Soul


No hay forma de superar un álbum con esa capacidad para hacerte sentir tantas emociones en una sola canción.

Como muchos alrededor del mundo, no conocía a Spoon antes de They Want My Soul.. De hecho, durante mucho tiempo pensé que se trataba de un debut al que algunos le prestaron atención por cuestiones de azar, razón por la cual pasé de escucharlo durante mucho tiempo. Eso cambio cuando hace unas semanas en el Festival SOMA sonó "Do You" por los parlantes. Lo supe por mi Shazam porque alguien tenia curiosidad por saber como se llamaba. Esas guitarras y las bonitas armonías vocales de Britt Daniel me hechizaron de forma casi instantánea. Por eso en cuanto terminó el jaleo del evento, me dispuse a escuchar ese álbum.

La cosa es que They Want My Soul te deja completamente boquiabierto. Sabe ser eléctrico, melódico, conmovedor, seductor y complaciente. No hay forma de superar un álbum con esa capacidad para hacerte sentir tantas emociones en una sola canción, y seguir haciéndolo en las demás desde perspectivas creativas siempre cambiantes. Por todo eso me resultó todavía más sorprendente saber que era el octavo álbum de sus carreras. No cargan en lo absoluto con presiones relacionadas a su música.

No les resulta difícil pasar de la actitud pateatraseros de "Rent I Pay" a los ritmos más relajantes y "triphoperos" de "Inside Out", donde el piano y los teclados se roban la atención. Pero cuando ambas cosas se cruzan en 3 es que la cosa se pone interesante. En este caso guitarras legendarias y teclados firmes le dan vida a un tema que a lo largo del año fue determinante. A propósito ¿Mencioné que el bajo es magnífico?

"Do You" se orienta más a su faceta melódica, profundizando la idea de la anterior en un sentido más digerible. Como sencillo, un buen abrebocas para lo que hemos escuchado hasta el momento. Para "Knock Knock Knock" nos dan un momento acústico que no teme sonar algo perturbado con los ecos del fondo y la ocasional aparición de una guitarra hecha motosierra. En "Outlier" nos dicen como "ok, probemos ahora algo más discotequero". Y lo hacen. Y funciona. Tanto que es la mejor del álbum.

En la titular "They Want My Soul" recuerdan a Blur, rescatando parcialmente el sonido guitarrero de "Rent I Pay". "I Just Don't Understand" por su parte rescata el lado acústico, pero ahora más orientado al country, coronado con un piano bastante apropiado para la ocasión. "Let Me Be Mine" y "New York Kiss" cierran el disco mostrando una faceta más nocturna, casi como en la demostración definitiva de lo que son capaces de hacer. O mejor, de lo que han sido capaces en todos sus trabajos anteriores.

They Want My Soul se presenta como un diálogo continuo con el oyente. Te dicen "bien, tenemos guitarras raras de un lado y teclados que sólo hacen ruidos molestos del otro. De aquí en adelante vas a ver todo lo que podemos hacer cuando los juntamos". Funciona bien como una introducción al universo de Spoon. Tarea para estas vacaciones: escarbar mucho mas en su discografía previa.

"Rent I Pay" es la recomendada. Es verdad que muestra solo uno de los dos extremos que se entrecruzan en el álbum, pero por si solo incita a escucharlo completo.

Aquí va "Noy York Kiss".


Calificación: 4/5

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