domingo, 14 de diciembre de 2014

Reseña: Pulled Apart By Horses - Blood


Una evolución muy importante con relación a sus dos trabajos anteriores.

Provenientes de Leeds y con una sola cosa en mente, la de hacer polvo los oídos de quien ose escucharlos; los Pulled Apart By Horses resultaron atractivos desde un principio por su formula de llevar al limite su sonido post hardcore. Si bien su debut homónimo de 2010 no tuvo una repercusión excesiva, con el segundo, Tough Love, demostraron ser un soplo de aire fresco para quienes ya estaban cansados de las bandas indie que el NME solía meter cada semana como "the next big thing".

Desde ese momento se les comenzó a encuadrar bajo la etiqueta de "neo grunge", en parte porque en ese segundo álbum sonaban menos "chatarreros" y más como una banda de rock con ambiciones reales de comerse al mundo. Y claro, por meter algo de stoner rock en las guitarras y a Gil Norton (el mismo de Pixies) en la producción. Todo eso sirvió como una estupenda credencial para que la banda encabezada por Tom Hudson fuera a por más en Blood, su tercer álbum de estudio que salio a la venta en septiembre.

Tiene una firmeza envidiable. Es todo lo que se me ocurre decir para explicar la forma tan aplastante en que una canción tras otra se van imponiendo. Coros como los de "Lizard Baby" y "Hello Men" arman legiones, bajos como los de "You Want It" y "Medium Rare" incitan a cabecear con audífonos o en un show de ellos, adrenalina como la de "Skull Noir", "Bag Of Snakes", "Hot Squash" y "ADHD In HD" te obliga a desahogarte en un Transmilenio en hora pico con el que tengas al lado y armar un pogo a ese ritmo tan endiablado. A eso le sumamos la variedad creativa que representan "Medium Rare", "Weird Weather" y "Golden Monument", por momentos mas emparentadas con el grunge o en el caso de la tercera, con cierto toque art rock.

Y lo mas importante de todo: cuando todo eso se alterna con temas tan pegadizos como "Grim Deal", "Outahead" y los propios sencillos "Hot Squash" y "Lizard Baby", tienes un disco que ofrece lo mejor tanto de Pixies como de Rise Against, sin dejar de lado el pescar en ese río revuelto que son las tendencias del presente. Hasta podríamos decir que es un disco anti-tendencia. No importa si haces parte del sindicato indie, o del hardcore, o del vieja guardia: escuchas Blood y solo puedes admitir que es no solo imbatible, sino una evolución muy importante con relación a sus dos trabajos anteriores.

No es coincidencia que sea su primer Top 40 en las listas británicas. Hay que tomar en cuenta que uno de los sucesos de este año se debe a Royal Blood, por darle una importancia inedita al bajo hasta la fecha. Si bien estos chicos todavía tienen guitarras, la forma en que Robert Lee revolea en las cuatro cuerdas no es cualquier cosa. Sencillez y todo, pero es abrumadoramente poderoso. Si uno lo analiza bien, ambas agrupaciones llegan al mismo objetivo desde vías diferentes. Unos desde la herencia garage, los otros tomando todo lo que pueden del grunge y el hardcore punk.

Mi recomendada es "Golden Monument". Cierra el álbum dejando muy buenas sensaciones con respecto a su futuro. Uno donde las próximas canciones podrían ser todavía mejores.

Aquí va "Hot Squash".


Calificación: 4.5/5

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