Es algo que si Kurt Cobain pudiera escuchar hoy mismo, lo haría llorar.
Provenientes de San Francisco y con un inicio de carrera que promete muchísimo para el mundo del indie, este dúo cruza el shoegaze, el post punk y el dream pop de una forma bastante especial. Sus letras tienen esa desesperanza juvenil que nunca falla cuando se trata de armar letras que reivindiquen generaciones enteras.
Provenientes de San Francisco y con un inicio de carrera que promete muchísimo para el mundo del indie, este dúo cruza el shoegaze, el post punk y el dream pop de una forma bastante especial. Sus letras tienen esa desesperanza juvenil que nunca falla cuando se trata de armar letras que reivindiquen generaciones enteras.
Aunque llevan tocando desde 2007, realmente se les comienza a prestar atención en 2011, cuando lanzaron su EP Regret Love Guilt Dreams, donde el shoegaze y el dream pop eran los claros dominadores de las seis canciones que lo conformaban. Desde ese entonces se evidenciaban con claridad sus influencias. No era solo My Bloody Valentine, había mucho de Cocteau Twins y The Pastels, e incluso no es raro encontrar que ciertas canciones se parecen a las de los Happy Mondays en su etapa "Wrote For Luck" o "Hallelujah".
Algo que se evidencia bien en ese primer EP es cierta fascinación con progresiones de la música típica japonesa. La entrada de "Sigh" es un buen ejemplo.
Para el segundo EP de 2012, Goodbyes, hay un sonido mucho mas pulido, consistente, con ciertos rasgos de new wave y synthpop aplicados a las guitarras, viendo sus puntos altos en temas como "Hai Bby" y "Crystal Tear".
Finalmente en julio de este año lanzaron su debut propiamente dicho, titulado Heaven. Es conceptual y relata la historia de un romance en el Japón del siglo XIX. Para no adelantarme a la reseña que llegará en su momento, podemos decir que es algo que si Kurt Cobain pudiera escuchar hoy mismo, lo haría llorar.
Por ahora, un abrebocas para que se vayan deleitando con Heaven.
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