Hoy es un día negro para la música. Un día negro para Latinoamerica. Bogotá lo sabe y mientras escribo estas lineas también está negra. Y todo porque ese día que muchos no queríamos que llegara finalmente, llegó.
Hoy debería estar llorando. No se si de felicidad porque ya no sigue en ese coma maldito o porque Spinetta no seguirá solo, o de tristeza porque nunca pude verlo en vivo ni una sola vez o darle las gracias por meterme en ese mundo tan caprichoso de la música. Pero debería estar llorando, de eso no me queda duda. En vez de eso escribo.
Hace poco menos de 4 meses le hice un especial en la emisora de la Universidad cuando se cumplieron 4 años del ACV. La idea original era que durara 2 horas, pero me iba acordando de tantas canciones, de tantas historias y de tantas emociones que me hizo sentir con cada disco, cada canción, que ese especial duro por lo menos 5 horas y se quedó corto porque me faltaron varios clásicos. Desafortunadamente ya iban a cerrar la emisora y no hubo tiempo para mas.
Pensaba dejar ese especial en el olvido (como casi todos los programas de THIS IS MUSIC que hice ese semestre), pero dadas las circunstancias, no seria nada justo dejar que un esfuerzo así (inspirado por el más berraco de los berracos) se eche a perder de esa forma. Tal vez la próxima semana lo publique, porque al aire puse esto. Y eso por si solo es una buena razón.
Hoy sueno frágil, como él. Como todos. Hasta siempre Gustavo.
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