miércoles, 27 de agosto de 2014

Reseña: Royal Blood - Royal Blood


The White Stripes y Black Rebel Motorcycle Club pueden dormir tranquilos: ya tienen sus herederos.

Una serie de presentaciones explosivas a lo largo del año entre las que se incluyen las del SXSW de Austin, Texas, el Radio Big Weekend de la BBC y (especialmente) Glastonbury, pusieron en el mapa con una velocidad alucinante a Royal Blood. El dúo de Brighton hizo una carrera contrarreloj para dejar de ser unos desconocidos y convertirse en algo así como los salvadores del rock de esta década. Y digo algo así porque, de todos modos, los colosos de la década pasada conservan vigencia en su gran mayoría hasta la fecha.


Escuche "Out Of The Black" por intermedio de un contacto de Facebook que los recomendaba bastante. El impacto fue total, irresistible y cargado de una adrenalina que hace rato no se encontraba en una banda emergente. Realmente parece mentira que Mike Kerr ejecute un bajo en vez de una guitarra. Apuesto a que Lemmy de Motorhead siempre quiso sonar así. Y ni hablemos de Ben Thatcher, un baterista contundente e ingenioso como pocos de su generación.

Cuando arrancan con "Out Of The Black", la batería parece decidida a golpear la puerta de tu mente hasta que la derribe. Y lo consigue, siendo un tema indispensable para entender el 2014. Ahora y sin admitir oposición encontramos a "Come On Over", con esos bajos/guitarras tan polifacéticos que saben avanzar bien entre cambios de ritmo tan imprevistos. "Figure It Out" prefiere sostenerse en un pulso más convencional, pero no por eso deja de mantenerte a la expectativa, como si cada punto muerto fuera una excusa para generar esa sensación de "cargando explosión de adrenalina".


"You Can Be So Cruel" va a medio camino entre Black Rebel Motorcycle Club y The Black Keys. Notable el trabajo de Thatcher para reforzar esa sensación. "Blood Hands" es BRMC haciendo blues, con las implicaciones rabiosas y sórdidas que eso implica. "Little Monster" es como si la historia del hombre lobo la relataran al ritmo de ese bajo endemoniado en plan de hacer tanto ruido como el motor de una Harley Davidson. "Loose Change" es más seductora, como si invitará al striptease, para ir dando paso a un pulso rabioso y espectacular que evidencia más que cualquier otra la energía tan alucinante que siempre deberían ofrecer los debuts.

"Careless" apela a un garage más convencional, pero no se siente como relleno porque conserva el sentido general del álbum. A esta le sigue "Ten Tonne Skeleton", mi favorita. Cadenciosa en la batería, el bajo en plan de batirse a duelo con quien sea, una letra por el mismo tono y un coro demoledor. Ojalá sea sencillo. El final con "Better Strangers" es perfecto para concretar ese círculo vicioso que implica repetir la escucha. Un riff rebelde y efectivo sostiene el último grito de estos ingleses que prometen ser leyenda.

Un dynamo de la naturaleza, un debut inesperado, atrevido, desafiante y perfectamente el más impactante desde el debut de Arctic Monkeys. Es la primera muestra de herencia musical que bebe directamente del garage Rock de The White Stripes y BRMC. Un soplo de aire fresco para los que gustan de la contundencia y del ruido por encima de los arreglos sofisticados. Rock con pelotas y sin sentido.

Mi recomendada es "Figure It Out". Es como posponer la tortura y reanudarla con mas rabia que nunca.

Aquí va "Ten Tonne Skeleton".


Calificación: 5/5

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