sábado, 23 de agosto de 2014

Reseña: Antemasque - Antemasque


Ordenados en medio del caos.


Lo que hace apenas un año parecía el típico divorcio del rock and roll entre frontman dinámico y guitarrista virtuoso cuando Cedric Bixler Zavala y Omar Rodriguez Lopez deciden partir caminos y disolver The Mars Volta, parece que no pasó de ser una calentura del momento causada por las dudas (incomprensibles por otro lado) que le produjo a tanta gente el lanzamiento de Noctourniquet, el ultimo trabajo hasta la fecha de dicha agrupación.

En el año que llevan separados se han dedicado a sus propias cosas. Omar trabajó con Bosnian Rainbows (banda con la que vino a Rock Al Parque el año pasado) y Cedric con Kimono Kult, con mas suerte el primero. Luego parece que deciden darse una nueva chance y forman Antemasque con Dave Elitch, baterista con el que trabajaron en The Mars Volta, y el hermano de Omar, Marcel, en el bajo. No obstante, en varias de las canciones las cuatro cuerdas estuvieron a cargo de Flea, de los Red Hot Chili Peppers.

Pero lo que hace realmente interesante esta nueva banda es que Omar y Cedric parece que decidieran combatir sus diferencias o sus demonios internos rehaciendo totalmente su propuesta. Deciden ofrendar su locura al servicio de estructuras mas definidas en las canciones, dejando atrás sus momentos mas impulsivos en De Facto y The Mars Volta. Pero para ser sincero, es ese detalle es el que hace de Antemasque algo tan irresistible y adictivo.

El primer sencillo de esta aventura, “4AM”, abre el álbum con alguna reminiscencia flamenca en la guitarra de Omar  y una estructura que destaca notablemente por su sencillez, cosa que uno no espera cuando tiene que abordar la música ya sea de At The Drive In o The Mars Volta. Destaca también la voz de Cedrix Bixler, entonada, melódica, y bastante inusual para el pero que no le sienta mal en lo absoluto. Sigue “I Got No Remorse” es un poco mas desgarrada, pero en general conserva esa intencionalidad de hacer música en un formato mas convencional.


“Ride Like The Devil’s Son” y el segundo sencillo, “In The Lurch”, siguen ideas similares en el sonido. Un tanto mas alocadas y arriesgadas en la guitarra y con una batería mas aventurera, parecen lo que saldría si Talking Heads quisiera hacer un western en estilo hardcore. Pero rápidamente vuelven a su vena más pop en “50.000 Killowats”, un tema al que solo le cabe la palabra inconcebible. No me malentiendan, es tremenda desde todo punto de vista. Pero es que escuchándolos como Antemasque, realmente cuesta trabajo pensar que ellos fueron los responsables de hacer álbumes tan “llevados” como De-Loused In The Comatorium o The Bedlam In Goliath.

En “Momento Mori” hay algunos puntos donde se alcanzan a escuchar reverberaciones. Eso le da un tono un poco más oscuro que seguramente le da ese factor de inestabilidad al disco. Parece un guiño más o menos sutil de Omar a Bosnian Rainbows. Seguimos con su sencillo mas reciente, “Drown All Your Witches”, mas orientada a lo acústico y a la carretera. Es reconfortante a pesar de que la letra apunta a ser mucho más maldita de lo que podría parecer con esa melodía tan cuidada y la voz tan pulida de Cedric. De hecho, esa dicotomía es un común denominador en todo Antemasque.


Con la velocidad que acostumbran las buenas canciones pop, vamos llegando al final con “Providence”. La mas oscura del álbum, con ecos de un mal viaje soportados en los teclados y una batería densa que solo hace textura para las guitarras de Omar, siempre alternando entre los punteos malvados y el desgarro del coro, al igual que la voz de Cedric. En “People Forget” invierten la formula: estrofas a ritmo de guerra, coro más lento. Con un sentimiento más o menos blusero posiblemente sea la que mas recuerda a The Mars Volta, lo que explica en gran medida por que fue elegida como el tercer sencillo. El final con “Roma Armed To The Teeth” consolida un estilo renovado por Cedric y Omar en este particular proyecto del que ni el más optimista esperaba un lavado de cara tan radical.

Es ordenado en medio del caos. La voz de Cedric grita menos y entona más, Omar en la guitarra se muestra aventurero pero partiendo siempre de una estructura predeterminada. Es atmosférico, a medio camino entre Bosnian Rainbows y el Noctourniquet de The Mars Volta. Explosivo a su manera, desafiante partiendo de lo establecido. Puede gustarle más o menos a sus seguidores, pero es un paso adelante clave para entender el futuro tanto de Cedric como de Omar. O al menos, tratar de entenderlos un poco, porque dudo que sea tan fácil entender lo que pasa por la cabeza de ese par cada vez que piensan en hacer una canción.

Recomendada “Momento Mori” a ojo cerrado. Es como el punto de equilibrio entre comercialidad y vanguardia.

Aquí va “In The Lurch".



Calificación: 4.5/5

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