Cuando tenia como 7 u 8 años, mi papá hizo un viaje a Panamá por negocios. Por las facilidades comerciales (y del contrabando de la época, todo sea dicho) se trajo una gran cantidad de cosas, entre ellas un discman que me regaló de cumpleaños. Por esos días todavía no gustaba del rock, pero si de la electrónica. Concretamente del trance, luego de que mis padres me compraran un recopilatorio de ese genero que hizo leyenda por eso del 2000 y 2001: After Club. En él se incluían canciones de Mauro Picotto, Gigi D' Agostino, Ian Van Dahl o Marc Et Claude, así como una gran cantidad de remixes orientados al trance.
La primera vez que lo escuché en el discman fue en un viaje familiar. No recuerdo a donde. Estaba en la cuarta canción y mi papá quiso saber qué estaba escuchando. Le di uno de mis audífonos. Me dijo "no sabia que escuchaba boleros". Yo con la indignación del niño que era le respondí "no es un bolero", tome el audífono y seguí en mi ritual. Muy pocas cosas han cambiado conmigo desde entonces. Excepto lo de encontrar revoluciones musicales hasta en el lugar mas friki de este universo.
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