jueves, 26 de febrero de 2015

Shinies, y Manchester vuelve a hacerlo


Un punto medio entre la desesperanza y su deseo de luchar para superar una realidad que perciben como vacía.

Un debut alucinante llega desde Manchester, la misma ciudad que nos regaló a Joy Division y Oasis. Se trata de Shinies, un cuarteto que pisa con firmeza en terrenos que oscilan entre shoegaze, noise, post punk y garage rock.

Desde 2012 comenzaron a llamar la atención con una serie de sencillos que seguían esa linea difusa pero contundente, con espacio para unas letras y una propuesta visual más bien inocentes pero que ya dejaban ver un estupendo trabajo en las guitarras de Ric Stringer y Adam Davison. De este ultimo también vendríamos a descubrir que tenia una voz apropiada para lo que Shinies quería hacer. Y aun más importante, tenia buenas ideas a la hora de escribir letras.


Para 2013 lanzaron un EP, Tangle, que los terminaba de consolidar como una promesa interesante en el panorama británico, justamente por distanciarse de forma tan radical de las tendencias clásicas de las islas. No obstante y a pesar de su parentesco con Sonic Youth o Dinosaur Jr, también se hace evidente la influencia de compatriotas suyos como Joy Division o The Jesus and Mary Chain.


Luego de evidenciar en esos primeros lanzamientos que había algo especial entre ellos a la hora de tocar, finalmente deciden grabar su primer larga duración, Nothing Like Something Happens Anywhere. En general es un trabajo que muestra su crecimiento como músicos en apenas dos años, despachando una serie de temas como "Beached", "De C" o la que da nombre al disco, todas ellas mostrando un punto medio entre la desesperanza y su deseo de luchar para superar una realidad que perciben como vacía.

Importante destacar que en este debut el rol de la base rítmica se hizo todavía mas determinante. Por un lado, el interesante trabajo en las sombras del bajista Joe Fisher y el baterista Tom Haben sostiene los arrebatos de Adam y Ric en las seis cuerdas. Pero por el otro, saben aportar con su sencillez el punto de equilibrio necesario para hacerlos complicados y digeribles a la vez.

No seria justo decir que van a cantarle a toda una generación o que su destino es liderar Glastonbury. Por si solo, sin llenar su entorno de tantas cucarachas, se pueden hacer espacio con Nothing Like Something Happens Anywhere para convertirse en uno de los momentos más inquietantes del underground en este 2015.

Aquí va "Waves".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario