Es un álbum que anda por si solo.
Tiesto es la génesis del concepto que se tiene hoy acerca de los DJ. Por el David Guetta, Calvin Harris, Steve Aoki, Afrojack, Axwell, Nicky Romero, Sebastian Ingrosso, Hardwell, Skrillex y todos esos nombres que ocupan renglones y renglones, tienen la aceptación y el nivel de dioses que la gente suele atribuirles en estos días. ¿Por qué? Básicamente por ser el primero de todos ellos.
In My Memory y Just Be, sus dos primeros trabajos, lo pusieron como el líder del trance y como el eslabón entre la escuela italiana de Mauro Picotto y Gigi D' Agostino y la siguiente generación encabezada por David Guetta y Alex Gaudino, trascendiendo su estilo mas allá de lo que el mas optimista podría esperar en un año 2004 donde aun faltaba camino para que los DJs fueran tan dominantes como lo son hoy. De hecho, eran los primeros tiempos en los que uno soñaba con tener un tornamesa y conquistar el mundo desde la propia habitación, haciendo mezclas que movieran el mundo a nuestro ritmo.
Con sus siguientes trabajos, Elements Of Life de 2007 y Kaleidoscope de 2009, se notarían dos cambios determinantes para lo que ocurre con este nuevo álbum. El primero, es que en Elements Of Life el trance se hace mas elaborado, siendo lo mas cercano que ha hecho el holandés a un álbum conceptual hasta la fecha, manteniendo su vigencia en el proceso. Con Kaleidoscope equilibra esa tendencia mas o menos progresiva con las primeras colaboraciones de alto perfil, participando entre otros Nelly Furtado, Calvin Harris y Kele Okereke.
Ambas cosas demostraban que Tiesto buscaba ampliar sus horizontes mas allá del trance, y de paso re-acoplarse a una electrónica bailable en la que ya no era el referente de unos años atrás. De esa necesidad de cambio aparece la saga Club Life que inicio en el 2011 con mezclas enfocadas a capturar la escena de las ciudades donde declaró residencia como DJ. Así fue que la primera edición se titulaba Club Life: Volume One Las Vegas, la del año siguiente Club Life: Volume Two Miami y la ultima Club Life: Volume Three Stockholm, lanzada el año pasado. Dicha saga le permitió volver a ponerse a la altura (hablando de popularidad) de gente como Calvin Harris, Steve Aoki o Swedish House Mafia.
Sin embargo, siempre he criticado el hecho de que Tiesto cambiase el trance que lo hizo una leyenda por un estilo que ya da síntomas de agotamiento, y mucho mas cuando comprobé en el Estereo Picnic que su set era demasiado complaciente con una masa de gente que parece ser feliz en su propio estancamiento. Estuve ese día allí, consciente de que eso ocurriría, pero dispuesto a que me sorprendiera. Pero a pesar de uno o dos momentos, me sentía como un lunar en ese mar de diversión artificial y, en algunos casos, fuera de sus cinco sentidos. De cualquier forma, si hay algo que me encanta de la música, es que me puede sorprender siempre que no hay esperanzas. O en este caso, darme una cachetada cuando la situación lo requiere..
Ocurre que esas impresiones del Estereo Picnic no se confirman en A Town Called Paradise. Al contrario, cuando lo que esperaba escuchar era un Tiesto arrodillado a la tendencia, lo encontramos en un plan donde busca rehacer el EDM desde su núcleo podrido y predecible. Demuestra que a pesar de este cambio de estilo sigue conservando la suficiente independencia como para probar en los sencillos "Red Lights" y "Wasted" o incluso en "Light Years Away" y "Close To Me" que si, puede patear las discotecas que quiera, pero siempre puede hacerlo con otros sonidos, dinámicas ligeramente distintas y sobre todo, colaboradores no necesariamente con el perfil mas alto. Tal vez la excepción sea Icona Pop en "Let's Go".
Es un álbum que anda por si solo. Funciona por el responsable de su creación, por los ritmos que sin tener esa elegancia o elaboración de los anos de "Adagio For Strings" igualmente son capaces de estremecerte. Es obvio que la saga de Club Life le enseño cosas interesantes no solo de lo que puedes hacer en una canción como DJ y productor, sino de la forma en que se mueven los mismos hoy en día. Si, son hits inapelables, pero no por eso dejan de tener ruidos de sintetizador, pasajes instrumentales o ganchos en las voces que permitan entender que no estamos ante un DJ mas.
"Calling On Angels" es un buen ejemplo de todo eso. Aparece en la edición de lujo, y encuentras que para llegar al climax lo hace con una percusión de 4/4 en vez del típico golpe que se hace mas frecuente con el paso de los segundos. No la vez alcanzando un estallido tan contundente como los temas de sus contemporáneos. De hecho, es mi recomendada.
Aquí va "A Town Called Paradise".
Calificación: 5/5
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