Hay momentos donde pasa sin pena ni gloria, y otros donde parecen recordar lo que los hace tan atractivos.
La primera vez que escuche a Inkubus Sukkubus fue hace dos meses. La verdad no sabia que tenían la reputación que tenían como banda gótica y pagana, ni mucho menos que llevaran 25 años de carrera. Fue un poco extraño el proceso de escuchar y redactar esta reseña, puesto que la tuve aparcada mucho tiempo sin saber muy bien que hacer con ella o como abordarla apropiadamente, hasta que finalmente tuve tiempo no solo de escuchar con mas criterio el álbum, sino de escuchar algunas cosas anteriores.
No es poca cosa ser Evanescence o Nightwish antes de que existieran esas dos bandas. De ese tamaño lo pongo. En muchos sentidos anticiparon las atmósferas sinfónicas, siniestras, melódicas y metaleras de esas dos bandas. Y aun así, suenan y buscan cosas muy diferentes de la música. Mientras Amy Lee y Tarja Turunen daban a la épica y la muerte su sentido mas envolvente, la vocalista Candia McCormack se centra en mostrar que todo lo maldito que tienen esas dos cosas lo puede ser siempre mucho mas. Me atrevería a decir que hasta imprime terror y sangre en ocasiones.
Acompañada de su esposo Tony McCormack en guitarra, Dave Saunders en el bajo y una caja de ritmos por batería, la banda de Gloucester alcanzó popularidad en varias etapas. Primero en 2004 con el lanzamiento de su recopilatorio de grandes éxitos, Wytches & Vampires. Luego en 2009 a raíz de que cancelaron una presentación en México por la epidemia del AH1-N1 y el diario The Sun le prestó atención al asunto, y finalmente en 2010 cuando su cancion "Vampyre Erotica" fue incluida en la película inglesa The Vampyres Of Bloody Island.
En ese contexto y habiendo lanzado el año pasado Queen Of Heaven, Queen Of Hell; aparece su decimoquinto álbum de estudio: Love Poltergeist.
Desde el principio con la titular "Love Poltergeist" marcan las pautas básicas: un riff constante y siniestro en la guitarra que no busca nunca resaltar mas que la voz. Tiene parecido con el estilo de Nightwish, aunque quitando el componente metalero. Le sigue "The Hungry Abyss" que se perfila hacia lo acústico con ese mismo objetivo en mente, y obteniendo mejores resultados que en la anterior.
"Lips Of Love" mantiene el tono acústico, pero le incorpora un muro de sonido mas o menos robusto para realzarla. Cuando las guitarras entran en la segunda parte, de inmediato imponen su ley. Es casi como liberar a la voz de sus cadenas. Le sigue la medieval "Evil Men", donde la voz se hace mas grave, aunque todavía conservando el factor melódico. El bajo destaca mas, mejorando la canción y permitiendole a esta convertirse en una de las mas accesibles del disco.
En "Summerlands" parece que nos vamos directo al Lago Nes, en un rito para invocar al monstruo que lo habita. Es un tema bien espiritual, con mucha de esa aura de las Highlands. Los teclados solo ayudan a que esa idea se haga mas real. Para cuando llega el turno de "Faefire And Sacred Musik" es como si a la Carmina Burana de Carl Orff le metieran instrumentación rock. Tetrica, épica, malvada, lastimera; parece decir "ya es hora de meterle adrenalina a esto". Y lo consiguen.
"At The Heart Of Darkness" y "Do What Thou Wilt" mantienen el pulso rockero, pero le quitan el lado sinfónico. Ambas se despachan solos de guitarra suficientemente efectivos. Especialmente la segunda tiene potencial en los conciertos. Finalmente en "To Bast" y "Nemesis" vuelven al tono mas sosegado y acústico del inicio.
Hay momentos donde Love Poltergeist pasa sin pena ni gloria, y otros donde parece recordar lo que los hace tan atractivos. Parece que deciden concentrarse en su tónica mas sinfónica y acústica (sin mucho éxito) en detrimento de las guitarras eléctricas que, en los momentos en que aparecen, demuestran que son imparables. Aun así, hay momentos como en "Summerlands" donde su lado sinfónico sale muy bien parado.
Mi recomendada es "Faefire And Sacred Musik". Si algo hace grande al gótico, son canciones como esa.
Aquí va "Lips Of Love".
Calificación: 3/5
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