jueves, 19 de junio de 2014

Reseña: The Brian Jonestown Massacre - Revelation


Apuestan por equilibrarse entre la melodía y la textura. Y el resultado, es bellisimo.


Encabezados por el impredecible y talentoso Anton Newcombe, The Brian Jonestown Massacre es una de esas bandas de culto norteamericanas que seducen tanto al melomano (y hasta a algún distraído que se cruza por accidente con su música). Al lado de bandas como Phish y Ween, se hicieron con un nombre al margen de MTV y los grandes sellos, dándole alas por su cuenta a la naciente neo psicodelia.

Con una trayectoria de 26 años que incluye 13 álbumes de estudio (incluyendo el que reseñamos hoy), 3 álbumes en vivo, 4 recopilatorios, 9 EPs, roces constantes entre Newcombe y sus compañeros de banda con los constantes cambios de integrantes que eso implica (de hecho Anton es el único miembro original del grupo desde sus inicios), drogas y mucha experimentación, son toda una institución del rock alternativo de los Estados Unidos, trascendiendo incluso mas allá gracias a Internet, que les ha permitido ir incluso mas allá de una legión de sudorosos cada noche en bares de mala muerte. Ahora es una legión de melomanos y trotamundos que busca desafiar sus concepciones de la música con una banda que hace lo propio.

No estoy muy seguro de como llegue a ellos, aunque estoy seguro que algo tuvieron que ver Black Rebel Motorcycle Club y The Dandy Warhols. Todo lo que se es que esa mística y pagana psicodelia tan propia de los 60’s pero a la vez de una mente un tanto mas retorcida, tuvo un impacto suficientemente fuerte como para hacerme escuchar este decimotercer trabajo. 

Si algo hace especial a The Brian Jonestown Massacre es el pulsar todos los pedales que puedan en sus canciones. Revelation se aleja de esa idea y se acerca más al sonido garage y a los momentos acústicos, que si bien siempre han sido parte de la propuesta de Newcombe, en este caso apuestan por equilibrarse entre la melodía y la textura. Y el resultado, es bellisimo.

Arranque con "Vad Hands Med Deem", una especie de post punk épico que te engancha desde la primera escucha. Las guitarras son a pesar de su distorsión, bastante contundentes, mientras que la trompeta al fondo aporta el componente que la hace perfecta. Esto ultimo es clave para entender Revelation: no es raro encontrar canciones con ese instrumento haciendo una u otra cosa, y son algo así como el hilo conductor a lo largo de las 13 canciones del álbum.

Seguimos con "What You Isn't", mas propia del estilo neo psicodelico que acostumbran. Batería lenta, pandereta marcando el tempo, vientos aportando nuevamente su sello, y la guitarra con ese tono de desafío constante. Se mantiene la idea en "Unknown", pero ahora sostenida en la guitarra acústica, con algún tono blusero en el solo. Es casi un susurro de poco menos de dos minutos. Pasamos a "Memory Camp" donde no se puede ser mas deudor de Syd Barrett. La voz de Newcombe suena traviesa, irreverente, como si se deslizara suavemente entre los ritmos lentos y drogados de la canción.


"Days, Weeks and Moths" es bien por el estilo que les permite influir en bandas como Black Rebel Motorcycle Club: una mezcla de blues, shoegaze y neo psicodelia. Fantasmagórica y con momentos donde la intensidad sube progresivamente. Para "Duck And Cover" encontramos un cambio importante en el sonido. Es algo así como un cruce bizarro entre baggy y proto punk, o cuna versión discoteca de "I Wanna Be Your Dog".


Llegamos al ecuador del disco con "Food For Clouds", un tema sofisticado, elegante, preciso en la melodía y con unos arreglos incomparables para darle fuerza. Nuevamente los vientos imprimen su sello, en la que podríamos llamar un hijo del Sgt Pepper. Le sigue el instrumental errático y de confusión mental titulado "Second Sighting". Al mejor estilo de "Jugband Blues" de Pink Floyd. Realmente lo escuchas y parece que Brian Jones estuviese en la flauta y Syd Barrett en la guitarra.

En un cambio de ritmo inesperado aparece "Memorymix". Ahora vemos al sampler y la caja de ritmos controlando la situación. Parece algo con lo que se puede bailar cuando estas en coma. ¡Y con eso les digo todo!

Pero todo parece regresar a la normalidad (o sea, a la neo psicodelia) en "Fist Full Of Bees", ahora en un muro de sonido donde entre el teclado y el violín sostienen otro diamante en bruto de Revelation. Los punteos de la guitarra parece que le dieran la orden al subconsciente de movernos a su ritmo cadencioso. Con "Nightbird" encontramos un acústico del tipo de "Days, Weeks And Moths", ahora mas relajado y con la confianza renovada gracias al tema anterior.


Vamos llegando al final con la épica "Xibalba" anticipando que el viaje ya no durará mucho mas con unas guitarras repetitivas, hipnóticas y con algún guiño britpop. Finalmente se despiden con "Goodbye (Butterfly)", que mantiene la idea pero ahora partiendo desde lo acústico. Es una especie de dream folk con algo de sinfónico. Fácilmente podría haberla cantado Lou Reed.

Revelation es entonces, un álbum donde la idea de todos los anteriores de The Brian Jonestown Massacre se mantiene, se proyecta, y hasta aprovecha para arriesgarse un poco mas cuando el panorama está dominado por la psicodelia y los viajes musicales ya sea por cuestiones instrumentales o líricas. Saben que en parte es gracias a ellos que ese revival tiene el sentido que tiene, y no se sienten presionados por hacer algo que saben hacer casi que en piloto automático. Y es por eso que aprovechan para probar arreglos nuevos con los vientos.

Mi recomendada es "Fist Full Of Bees". Es como si Depeche Mode interpretara en acústico el Songs of Faith And Devotion.

Aquí va "Vad Hands Med Deem".



Calificación: 4/5

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