domingo, 11 de diciembre de 2016

Reseña: Empire Of The Sun - Two Vines


No carece precisamente de alma, sino de energía.

Pasaron 3 años desde que Empire Of The Sun llegara a un nuevo nivel de popularidad con 'Ice On The Dune', trabajo que les dio el éxito internacional y tuvo de gira por el mundo a la cara visible del proyecto en los conciertos, Luke Steele. Mientras, él junto a su compañero Nick Littlemore se metieron en el estudio desde el año pasado de manera esporádica para componer su tercer trabajo de estudio.

La nomina que incorporaron para las grabaciones demuestra lo lejos que han llegado como grupo y lo bien que se han movido en la industria. Cuentan con invitados como Lindsey Buckingham de Fleetwood Mac, la guitarrista Wendy Melvoin de Prince & The Revolution y músicos de sesión entre los que destaca Tim Lefebvre, bajista que tocó con David Bowie en su ultimo álbum, 'Blackstar'. 

El año pasado lanzaron con Absolut una especie de trailer para una canción titulada "Welcome To My Life", que se suponía iba a ser un adelanto de su tercer trabajo de estudio. En parte seguía la linea bailable de 'Ice On The Dune', pero se notaba que profundizaba en el EDM. Supongo que no estaba mal, los coros funcionaban como de costumbre. Obviamente se esperaba algo mejor del álbum, bautizado como 'Two Vines', hasta que en el segundo semestre de este año soltaron el primer sencillo, "High And Low". Apuesta a la fija, pero efectiva. Eso si, marcó la pauta a seguir en todo el disco, que podríamos definir en una sola palabra: adultez.


'Two Vines' tiene un buen comienzo con "Before" y "High And Low". En ambas se nota que la idea es hacer canciones menos discotequeras y más adultas. Es decir, ni tan inocentes como en el debut o tan ambiciosos como en 'Ice On The Dune'. Elijen priorizar la madurez y ser más comunes y corrientes. Por supuesto, eso no quita que "High And Low" utiliza las fórmulas esenciales para comprender cualquier sencillo de Empire Of The Sun, pero se muestran más obsesionados con mostrarse como compositores "serios".


La canción "Two Vines" sigue esa misma dirección. Es un synthpop lento, pensado para estadios pero sobre todo para transmitir esa mística tan propia de ellos desde esa nueva perspectiva. Funciona principalmente por el coro, porque si hay algo que no tienen los australianos definitivamente son malos coros.

"Friends" baja aun más las revoluciones con esta especie de "soft-synthpop" donde el coro pone los ánimos mientras las estrofas son más calmadas, tal y como ya probaron en "High And Low". Increíblemente el disco todavía baja más la intensidad con "There's No Need" y como bien puede producir una atmósfera muy bonita con esos teclados al fondo, la interpretación de Luke Steele nos pone al borde del sueño.

Finalmente deciden animar las cosas con "Way To Go", sostenida en una batería con puro sabor disco y un Steele que finalmente se anima a cantar con la fuerza y el dinamismo que le conocemos. Supongo que se maneja en una linea similar a canciones como "We Are The People", pero da la sensación de que en vez de saturar con capas de producción prefieren algo más "realista". En "Ride" coescrita con Wendy Melvoin vuelve la cosa synthpop a todo lo que da, siempre con el sello característico del grupo en lo que a los coros se refiere. No es para tirar cohetes, pero funciona.

Deciden volver a ponerse lentos en "Digital Life", pero ahora si consiguen dar con el chiste. Melodías definidas y contundentes, arreglos agudos para que Steele ofrezca su mejor rendimiento vocal en todo el álbum y, como no, un coro que nos engancha sin discusión. El estado de gracia se mantiene a medias con "First Crush", balada daftpunkera a todo lo que da donde el registro de Steele se suaviza, pero donde vuelven a caer en la intrascendencia soft de hace un rato. Los perdono solo porque como canción para enamorados es imparable.


Al igual que todo el álbum, su final es bastante disparejo. "ZZZ" persiste con sutilezas innecesarias en los arreglos y una formula daftpunkera bien marcada a la que ni siquiera los coros la salvan ya. Es raro, porque en 'Ice On The Dune' era fácil notar la influencia de los franceses en las canciones, pero no caían en "plagios de estilo" tan obvios. Siempre primaba el hecho de tener buenos temas por encima de las influencias. Supongo que por eso en "To Her Door" destaca tanto Lindsey Buckingham. No deja de ser una canción de Empire Of The Sun, pero su solo aporte la hace distinta a todo lo que nos ofreció la banda en el disco. Uno donde las dudas son bastante alarmantes.



No es un álbum tan malo, pero si se escucha una banda muy desorientada. Por algún motivo les dio por ponerse sofisticados o adultos, exagerando ese "soft" y perdiendo en el proceso mucha de la fuerza que supieron mostrar en el pasado. Posiblemente se cansaron de tener esa aura de fiesta mezclada con su estética de Cirque Du Soleil, y si fue así es hasta cierto punto entendible. Sin embargo, eso no se tradujo en canciones que engancharan tan bien como las de sus dos trabajos anteriores. Ese fue su pecado.

Les pasó un poco como a Two Door Cinema Club aunque no de manera tan estrepitosa ni cayendo tanto en ese cuento de "vender más" haciendo música tan carente de alma. Empire Of The Sun sigue muriendo con la suya y no carece precisamente de alma, sino de energía. Tal vez por eso en la edición de lujo destaca tanto "Welcome To My Life", menos EDM y más orgánica que en el trailer para Absolut, pero que conservaba su dinamismo. Por alguna razón no la incluyeron y por si sola supera a la mitad de 'Two Vines'.

Mi recomendada es "Digital Life". En esa onda soft que quisieron imponer, es la más destacada con mucha distancia.

Aquí va "Way To Go".


Calificación: 3/5

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