jueves, 21 de septiembre de 2017

Los soundtracks de FIFA: 'FIFA 07'


Lo que se escuchará de aquí en adelante tendrá el sello de esta edición marcado a sangre y fuego.

En el 2006 con motivo del mundial de Alemania, el futbol acelera su proceso de omnipresencia mediática. Los tiempos de la campaña "Jogo Bonito" de Nike van a terminar allí, Ronaldinho comenzará a ceder su reinado a los emergentes Messi y Cristiano Ronaldo, mientras que el estilo de juego en general prioriza la velocidad y la contundencia por encima de la estética y las individualidades demasiado atrayentes para priorizar el resultado. Prueba de eso es que el titulo de ese Mundial se fue a las manos de una Italia que cumplía a cabalidad con esas características.

Esa coyuntura coincide justo cuando la batalla FIFA Vs PES inicia su fase más encarnizada en el mercado. Los primeros, con más licencias y con una jugabilidad más cercana a ese cambio de paradigma en el futbol real le daban guerra al segundo, que ciertamente le da más espacio a las individualidades. Las mejoras en la IA, la física del balón, los movimientos, la iluminación, los modos de juego y claro, la música, harán de FIFA 07 un juego que marcará pauta por lo que resta de la década.

PlayStation 2, GameCube, Xbox, Windows, Nintendo DS
Australia: 25 de septiembre de 2006 (PS2, PSP, GameCube, Xbox, Windows, Nintendo DS), 27 de septiembre de 2006 (Xbox 360)
Europa: 29 de septiembre de 2006 (PS2, PSP GameCube, Xbox, Windows, Nintendo DS, GameBoy Advance), 27 de octubre de 2006 (Xbox 360)
Norteamerica: 3 de octubre de 2006 (PS2, GameCube, Xbox, Windows, Nintendo DS, Game Boy Advance), 17 de octubre de 2006 (PSP), 31 de octubre de 2006 (Xbox 360)



Las canciones


40 temas forman parte del soundtrack de ese año, acompañando al primer punto de quiebre serio en el juego desde 2002. Para eso contaron con dos temas de potencial internacional en el panorama rock de la época: “Supermassive Black Hole” de Muse y “Nothing In My Way” de Keane, temas ambos responsables de tener por si solos todo el gancho comercial que a lo mejor el resto de canciones no tenía. No de la manera convencional, al menos.


No se puede decir que EA Sports no se esfuerce en buscar música de los lugares más recónditos del universo por esos días. Ese año conocimos una cantante beninesa, Angelique Kidjo, que con “Wele Wele” permitió que el afro-pop tuviese presencia en FIFA por primera vez. También conocimos a un productor de Líbano, Trash Inc., vía “Punk Rock Chick” con una mezcla de sonidos en 8 bits y espíritu trance. Increíblemente los de EA no encontraron uno sino dos tríos de hip hop con orígenes bien curiosos: uno, conformado por un hondureño y dos daneses de origen pakistaní y marroquí llamado Outlandish que no lo hizo mal con su canción “Kom Igen”, y otro surcoreano llamado Epik High que con “Fly” cruza las rimas con el K-Pop. La japonesa Tigarah también dijo presente con su hip hop-J-pop en “Girl Fight”, si bien esa canción es más recordada por aparecer en la banda sonora de Need For Speed Carbon.


La música europea dejaba buenos momentos todavía. “Big Day” de los franceses Tahiti 80 era un gran ejemplo de ese particular sentido del éxito, "Blasted Empire" de los portugueses Blasted Mechanism es una particular incursión en el jungle para una banda que generalmente hace rock (y uno bastante teatral, todo sea dicho) mientras “Gasoline & Matches” de los belgas Stijn deja ver hasta qué punto se pudo masificar el estilo que impuso Daft Punk a principios del milenio. Los alemanes Fettes Brot (ese año bajo el seudónimo D.O.C.H.!) aportaban a la causa hip hop con “Was In Der Zeitung Steht”, y algo similar hacen los Us3 con el rap-jazz de "Kick This".


La electrónica sigue sonando tan friki como el año anterior. Los británicos The Young Punx aportan la estupenda “You’ve Got To…” donde mezclan de manera supremamente alocada drum and bass, pop, breakbeats y house. No se quedan atrás The Pinker Tones con “The Million Colour Revolution Grand Finale”, que dominada por el piano, sobrevolada por distintos ruidos electro y esa voz tan melódica ponen el asunto un tanto psicodélico. Desde una óptica propia del big beat, Infadels la rompe con una versión remezclada de “Can’t Get Enough”. Los noruegos Ralph Myerz and the Jack Herren Band cruzan electrónica con sampleos propios del hip hop en “Deepest Red”, dando como resultado un tema que le pegaría bien a cualquiera de las películas de gangsters que hicieron famoso a Guy Ritchie.


Todavía encontramos grupos que tuvieron su cuarto de hora, como es el caso de los holandeses The Sheer con “Understand”, los británicos The Feeling que con “Sewn” seguían la línea de Coldplay, Stereophonics y Snow Patrol, o los norteamericanos Nightmare of You que con “Dear Scene, I Wish I Were Deaf” se emparentaban con el sonido de AFI o Fall Out Boy pero al mismo tiempo con mucho del espiritu indie de esa epoca gracias al rasgueo de guitarra y el registro de su vocalista Brandon Reilly. “Chloroform” de Belasco era una descarga de adrenalina pura y dura que parecía indecisa entre seguir su instinto indie o dejarse llevar por una pose más noventera. Seguramente allí radica su encanto.


Una mención aparte para Morning Runner, que con “Gone Up In Flames” tuvo una canción pastiche que aun así se las ingeniaba para funcionar. Lástima que para Parlophone no fue suficiente, y en su afán de querer otros Coldplay los obligó a grabar un disco más pop, a lo cual se opusieron y los obligó a separarse en 2007 aun teniendo un tema en el Top 20 británico.


Latinoamérica se mostró más diversa que nunca ese año. Del argentinismo puro y duro de Bersuit Vergarabat en “O Vas A Misa…” (donde colabora Andres Calamaro) al sonido íntimo de Seu Jorge en “Tive Razao”, pasando por el “Peligroso Pop” de Plastilina Mosh o el pop latino de Cabas (primer colombiano que aparece en un soundtrack de FIFA) en “La Cadena De Oro”.


Con el permiso de Plastilina Mosh, la más pegajosa entre todas las canciones latinas fue “Get Down”, cortesía del hispano-haitiano Carlos Jean. De hecho la canción no se aleja mucho en estilo de la música que hacen los mexicanos normalmente, así que tiene mucho sentido que ambas funcionen tan bien para el juego. Un dúo chileno, Bitman & Roban puso a prueba la capacidad de samplear en esta parte del mundo con “Get On The Floor” y demostraron que su nivel es de hecho internacional.

El indie prolongaba su reinado un poco más, solo que ahora lo diversificaba. Los noruegos Surferosa y los canadienses MobileShiny Toy Guns son buenos ejemplos de eso con “Royal Uniform”, "New York Minute" y “You Are The One” respectivamente, donde retomaban el new wave aportado por The Sounds y le añadían más ambiente de estadio. Con un sentido más orgánico de la melodía, Persephone’s Bees es uno de los grupos más subestimados en toda la historia de los soundtracks FIFA. Su canción “Muzika Dlya Fil'ma” combinaba con mucha inteligencia elementos synthpop con dinámicas muy propias de grupos como The Cars y uno que otro elemento de la música tradicional rusa, cortesía de su cantante Angelina Moysov. Palabras similares se podrían usar para Mellowdrone, proyecto que combinaba maravillosamente los estándares pop rock norteamericanos con dosis de indie rock y electrónica en su canción “Oh My”. No es muy recordada que digamos, si se compara con otros temas, pero no deja de ser digna de mención.


Claro que el indie rock no estuvo ausente. Los alemanes Fertig, Los! aportan la canción “Sie Ist In Mich Verliebt” con un tono bien alegre y descomplicado. “Tei! Tei! Tei!” de los japoneses Polysics era como una versión más salvaje de Devo tanto en estética como en sonido. En vez de los uniformes nerds de Gerald Cassale y Mark Mothersbaugh los de Polysics son más como trajes de convictos, mientras que el acople es mucho más crudo y contundente. Siguen juntos hasta hoy y la verdad es que no les va nada mal. “Los Angeles”, tema de los belgas Malibu Stacy tenía por esos días la facilidad de ser contagiosa, y hoy tiene la facilidad de ser muy nostálgica. “Civil Sin” de los suecos Boy Kill Boy y “Uh-Oh Hello” de los neoyorkinos Elefant ponía la dosis de post punk revival necesaria para no alejarse de lo que ocurría con el género por esos días en un tema donde todo funciona con una perfección atronadora.


Pero entre esa linea hay dos canciones que merecen mención de honor. Una, “Kaleidoscope” de The Prototypes que tiene el sello de “hit FIFA” por todos lados con esa mezcla de ingenuidad de quien graba música por primera vez con todas las ganas y energía que hagan falta, y el deseo de reconocimiento en un público masivo. Por momentos indie rock, por momentos dance rock, es uno de esos temas que ponen a saltar invariablemente. Lástima que otro tema le opacó un poco en lo que a recordación se refiere…


Si por algo será recordado FIFA 07 por muchos de nosotros será por “Discotech”, el imponente tema de Young Love que sea por falta de suerte o el hipsterismo más absurdo de la historia (ustedes saben, eso de no dar a conocer mucho la canción para no “quemarla”) no fue el gran hit que estaba destinado a ser. Era tan sólida y pegadiza como cualquier canción que pudiesen lanzar The Killers, The Bravery o Fall Out Boy por esos días.

Conclusiones

Se consolida la formula acoplada tal vez por accidente en FIFA 2004 y se continuará explotando por el siguiente lustro con una curaduria impecable donde la prioridad siempre será la de tirar buenos temas, sin importar su procedencia o el impacto de la banda en los charts. Fue un buen anticipo para el acontecimiento por antonomasia del 2007: la venta de 'In Rainbows de Radiohead "al precio que quiera el cliente". Hoy podríamos ver como un "desliz de inocencia" por parte de EA, pero para muchos de nosotros fue como una invitación a dejar el pasado ser eso: pasado. Tener canciones tan inspiradoras y un juego tan potente para la época son motivo suficiente.

En lo que a generos o etiquetas se refiere, el indie continuaba su reinado con canciones frescas, no necesariamente las más recordadas por fuera de ese "circuito FIFA" pero que oficialmente daban inicio a un periodo de cinco años donde cada soundtrack fue prácticamente inobjetable en sus elecciones. La cuota latina se reduce un poco pero es una decisión inversamente proporcional a la calidad de sus elecciones. Las otras formas de rock distintas del indie se ven notablemente excluidas (situación que sigue hasta hoy) y la electrónica tendrá su máxima representación en el synthpop revisitado de varios grupos como Shiny Toy Guns y Persephone's Bees antes que en los DJs como Bitman & Roban. Poco a poco el hip hop consolida su nicho, y tiene el enorme merito de no recurrir a los exponentes más cotizados de Estados Unidos para hacerlo sino al mercado europeo. Probablemente ese enfoque permitió que su aceptación fuese más sencilla para los adolescentes gamers de la época.

A ciertos niveles, es un soundtrack algo subestimado por no tener tantas canciones de recordación como debería. Pero lo que se escuchara a partir de aquí (y sobre todo en los dos juegos posteriores) tendrá el sello de esta edición marcado a sangre y fuego.

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