Un grupo de foráneos enamorados de Inglaterra, haciendo el sonido más inglés posible.
Últimamente ando bastante ocupado y no he podido dedicarme como quisiera a THIS IS MUSIC. Es una lastima, porque es mi proyecto de vida y todo eso, pero afortunadamente los motivos son por así decirlo, transversales. El trabajo de grado en el que ando involucrado y que está llegando a su recta final me exige bastante tiempo (de hecho voy a tener que reestructurar mis horarios para rematar la cosa como se debe) y es por eso que no he reseñado tantos discos como quisiera ni he recomendado muchas de las cosas nuevas que me he encontrado.
Si, a pesar de no tener mucho tiempo disponible, siempre saco algo de él para no desconectarme del mundo y saber como se mueven las cosas en el 2016 (espero que para junio pueda recuperar el ritmo habitual y tal vez intensificarlo). Una de las cosas que viene ocurriendo de manera más y más perceptible hoy, de hecho, es ese "revival 90s" en la cultura popular. Vemos el regreso de Expedientes X en televisión, la fijación con lo sucio y podrido del rock en Vinyl (situada en los 70s, la década que sirvió de espejo para los 90s), y la reunión de la gran mayoría de bandas emblemáticas de ese tiempo, ¡Hasta NWA volvió a reunirse!
A eso se le une el hecho de que muchas bandas que han aparecido en los últimos tiempos buscan recapturar ese sonido, ese espíritu, como un intento de retornarle al rock algo de ese voltaje que lo hizo irresistible incluso para la música pop de entonces. Es muy diciente eso en una época donde la mayoría de bandas solo buscan entrar al zeitgeist de lo reconocido sin importar si eso es coherente con lo que transmiten a su publico o no. Ahora mismo solo se me ocurre Catfish And The Bottlemen, pero no es el único caso de reacción frente a ese panorama.
Uno de esos momentos libres que tuve lo saqué para ver el streaming del festival de Coachella hace varias semanas (justamente el que vio a Dr. Dre y Ice Cube juntos en un mismo escenario). Lamentablemente llegué esas noches muy cansado a mi casa y no pude ver los actos pesados por el sueño. Sin embargo, pude ver varios de los primeros actos de los tres días. De esa forma conocí a DMA's.
DMA's es un trío de Sydney, Australia. Cuesta creerlo porque su sonido es la cosa más british que se me pueda ocurrir. Tommy O'Dell, Matt Mason y Johnny Took son los encargados de darle vida a himnos que se sitúan en un punto convergente entre R.E.M., The Smiths, The La's, The Replacements, y la versión más melódica de The Stone Roses. Se habla mucho de un sonido britpop en ellos, pero eso se traslada principalmente a su imagen, influida de alguna forma por movimientos como el baggy o los casuals. En ese sentido son un poco como The Ocean Blue: un grupo de foráneos enamorados de Inglaterra, haciendo el sonido más inglés posible.
Su directo en Coachella fue suficientemente convincente, pero fue escuchando su álbum debut Hills End cuando caí rendido ante la evidencia de que ellos tienen ese "algo" que hace difícil para uno dejar de escucharlos. El año pasado lanzaron un EP titulado como la banda que en cinco canciones capturó las intenciones de O'Dell y compañía desde un principio: himnos contundentes y directos al hígado, inspirados en las maneras de estas bandas que siguen retumbando en nuestras cabezas. Pero su debut en largo va mucho más en serio.
Se vienen haciendo cada vez más conocidos en parte por la nostalgia de época que transmite su música (muy ligada al indie pop y el college rock ochenteros) en canciones como "Feels Like 37" o "Lay Down", pero más allá de eso con Hills End vienen demostrando que tienen cierta versatilidad en canciones como "Melbourne" donde si bien no pierden esas melodías brit, encuentran la forma de darle algún giro que las haga distintas.
Pero sobre todo, la esperanza queda ahí por demostrar que pueden configurar un sonido propio, como en "Blown Away". Ahora mismo están cumpliendo con el primer paso que es armar canciones que motiven a la gente a cantarlas. El siguiente paso, el del "sonido DMA's", todavía tendrá que esperar un poco más. Pero por lo que son hoy, dan muchos motivos para seguirles la pista.
Mientras llega la reseña de su debut, aquí va "Delete".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario