Pop hecho con musculo y corazón, relatando una relación tormentosa.
Es un caso digno de estudio el de Javiera Mena. ¿No resulta curioso que una propuesta tan enmarcada en el electropop como la suya, que podría asociarse más con adolescentes fresas, se enmarca por el contrario como un referente de la música alternativa latinoamericana? ¡Incluso su puesta en escena podría recordar la de Lady Gaga!
Eso evidentemente tomando en cuenta que sus inicios, cuando lanzó Esquemas Juveniles, fueron más orgánicos y orientados a la canción pop tradicional. Muy en la linea de las solistas latinoamericanas en plan Carla Morrison, Natalia Lafourcade, Ximena Sariñana o gente por el estilo. Siempre hizo synthpop, pero en sus inicios tenia canciones mas enfocadas al piano. Luego en Mena se decidió a tirarse a tumba abierta por los sintetizadores, logrando que sus cuatro sencillos se volvieran hits en todo el continente. Tan así, que durante la promoción de esa gira vino a Colombia en 2011.
Esas singularidades sólo confirman que al final lo que importa no es el género, o el estilo, o la forma, o ni siquiera el fondo. Sólo la canción importa, por sí sola, acorde con su capacidad de emocionar y provocar reacciones, sea a favor o en contra. La mejor prueba posible de eso es su tercer trabajo de estudio: Otra Era, del cual conocimos previamente los sencillos "Espada", "La Joya" y "Otra Era"
Arrancamos con "Los Olores De Tu Alma". Impone condiciones moviéndose entre el synthpop y la EDM. Buen inicio, casi que dentro de lo que se esperaba. Le sigue su último sencillo y uno de los mejores temas de su carrera: "Otra Era". Con el fraseo del teclado liderando las acciones, unos arreglos bien pensados y una letra bastante hábil, no tiene falla. "Esa Fuerza" vuelve al ritmo de la discoteca, aunque en un plan más noventero, muy por la línea de Cher o Madonna.
Pasamos a "Sincronia, Pegaso", que encuentra a Javiera moviéndose entre el synthpop y el house. Tiene bastante épica en su sonido, por lo que seguro será infaltable en vivo. Luego en "Pide" encontramos un número synthpop bien prolijo, sencillo y hasta simpático en la letra. Con esa idea aparece el segundo corte de difusión, "La Joya", que si bien es más bailable, principalmente se orienta a reflejar un lado más inocente y sencillo de Javiera.
Turno de "Que Me Tome La Noche", más sofisticada a pesar de su carga discotequera y muy bien pensada en la letra. Sobre todo en el estribillo, que engancha de inmediato. Esa sofisticación se mantiene en "La Carretera", donde los beats por momentos recuerdan los de la EDM. Parece pensada para, de hecho, hacerla sonar en el carro "al ritmo de la carretera".
Llegando al final nos topamos con "Quedate Un Ratito Mas", que se muestra como el lado b de "la Carretera". Ahora hay más desolación y soledad pidiendo a gritos que la consuelen. Todo eso impulsado por beats lentos y teclados más profundos. Es la que más recuerda a la Javiera de Esquemas Juveniles. Probablemente eso explique el hecho de que sea mi favorita del álbum.
O mi segunda favorita, porque el final es con la canción que inició esta expectativa. "Espada" simple y llanamente suena mejor cada día que pasa. Provocativa, sugerente y bastante adictiva. El manejo de los teclados supera a todos y a todo. Un gran final para un álbum que de nuevo pone a la chilena como un referente ineludible para hablar de Latinoamérica y sus paradojas en el siglo XXI.
Otra Era hace mas indiscutible el hecho de que Mena es una Goldfrapp latinoamericana. Si uno compara la evolucion de la inglesa y la chilena en el tiempo, las coincidencias van a saltar a la vista casi que de inmediato. Javiera siempre tuvo el synthpop de su lado, pero esta es la primera vez donde lo acoge con la fuerza y la contundencia que lo hace un generador de hits instantáneos, mas allá de ir dirigidos o no a un target concreto, y a la vez un material con argumentos creativos fuertes para sostenerse ante los especialistas. Es pop hecho con musculo y corazón, relatando una relación tormentosa.
Mi recomendada es "Quédate Un Ratito Mas". Es muy elemental, pero funciona mucho como "Every Breath You Take": uno cree que habla de una cosa, pero cuando la escucha bien, realmente habla de otra.
Aquí va "Espada".
Calificación: 4/5
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