Es la única banda capaz de sacar petróleo de esa forma un álbum descartado.
Sin The Coral muchas cosas que vivimos ahora no se entenderían. Una de ellas es por supuesto, el éxito de la neo psicodelia por estos días. Desde su debut homónimo de 2002 hasta su memorable Butterfly House de 2010 marcaron una pauta diferente cuando las tendencias del indie en ese tiempo iban mas orientadas al garage, el post punk, el dance o el pop de cámara.
Desde 2012 la banda anda en receso indefinido para darle prioridad a otros proyectos de sus miembros, pero decidieron rescatar del olvido un álbum que grabaron en 2005, paralelamente a The Invisible Invasion. Ese es The Curse Of Love, contó con la participación de Geoff Barrow de Portishead en la producción. No fue sino hasta que el líder de la banda James Skelly completo su masterizacion que pudo ver la luz, nueve años más tarde.
El disco en esencia mantiene la idea que ha caracterizado el sonido de la banda desde sus inicios. Guitarras y voces con perfección melódica llevada al absurdo, utilizadas ambas al servicio de la neo psicodelia o del revival sesentero, según sea el caso. Sin embargo, acá se nota cierta tendencia al barroquismo, con más énfasis en los arreglos y los ambientes que en las melodías, aun cuando estas sigan presentes. “The Curse Of Love” (partes 1 y 2) son buena evidencia de eso.
Por momentos es incluso más rasposo que la fórmula más melódica, reposada y soñadora que acostumbran en sus canciones, cosa que evidentemente no quita que hablamos de un álbum con una calidad altísima. En canciones como “Wrapped In Blue”, “The Second Self” o “The Watcher In The Distance” su acople tiene tendencia a seguir de forma instintiva algo muy parecido a lo que pasaría si Unknown Mortal Orchestra conociera a The Smiths.
Otras como “View From The Mirror”, “The Game”, “Gently” y “Nine Times The Colour Red” exploran cosas nuevas en su faceta acústica, casi como rindiendo tributo a los primeros Pink Floyd, o como si Riders On The Storm de The Doors tuviese una versión más íntima.
De cualquier forma también dan buenos indicios de su sonido de siempre (y sobre todo del que usarían después para Butterfly House) en “You Closed The Door”, “The Golden Bough” y “Willow Song”.
The Coral es la única banda capaz de sacar petróleo de esa forma un álbum descartado. La producción de Geoff Barrow es determinante al darle un sentido muy diferente al que la banda nos tenia acostumbrados hasta este momento, con ritmos mas exóticos y diversos. Yo creo que ni Oasis ni Arctic Monkeys podrían hacer lo mismo con eventuales descartes, por muy buenos músicos que tengan detrás.
Mi recomendada es “Willow Song”. Mezcla maravillosamente las armonías vocales, las guitarras y la psicodelia. Es pop de cámara hecho con LSD.
Aquí va “The Watcher In The Distance”.
Calificación: 4.5/5
No hay comentarios.:
Publicar un comentario