Más luminoso que sus trabajos anteriores, pero igual de contundentes y emocionantes en cada canción.
Cold War Kids es una agrupación que conozco hace relativamente poco y de la que hasta esta reseña tampoco sabia demasiado. De nombre seguramente los habré escuchado muchas veces, pero salvo dos o tres canciones, lo que hacían en lineas generales era un misterio para mi.
Liderados por el vocalista y guitarrista Nathan Willett, la agrupación californiana lleva hasta la fecha cinco trabajos en los que dan cuenta de su inspiración en el blues y el soul, con importancia de los teclados para darle ese toque 2.0 a su música. Han realizado giras al lado de The White Stripes y Death Cab For Cutie, alternando entre la inocencia de su debut Robbers & Cowards y el discurso introspectivo de álbumes como Loyalty To Loyalty y Mine Is Yours. Para Hold My Home, su sexto álbum, destaca la inclusión del baterista de Modest Mouse, Joe Plummer, en reemplazo de su baterista original, Mark Aveiro.
“All This Could Be Yours” arranca dejando claro que no son el tipo de banda que teme acercarse a un público mayor. Se sostiene en un piano sencillo reforzado por guitarras y teclados, que permiten al vocalista mostrar un desempeño más directo que en esfuerzos anteriores. Esa idea se mantiene en “First”, ahora dejándole al piano ejercer el peso completo de la situación.
Pero donde las cosas se ponen más interesantes es en “Hot Coals”. Un número de guitarra muy atractivo donde la voz se siente más firme que nunca. Los arreglos de violín al fondo le suman todavía más enteros. “Drive Desperate” pone algo más de dramatismo en el álbum, con un pulso que nos hace sentir como si fuéramos por la autopista a toda velocidad, bien persiguiendo un amor imposible, bien escapando de uno.
“Hotel Anywhere” se pone en plan más new wave, con más presencia de teclados y una línea de bajo sencilla pero efectiva. Muy por el estilo de Simple Minds. “Go Quietly” baja un poco la velocidad y le sube al refinamiento melódico. Entre pianos y guitarras nos dan una versión bastante amable de Cold War Kids.
Como para no olvidar a la banda sintética y envolvente de otros discos, nos dan “Nights & Weekends”. Parece perfecta para caminar en la calle con las estrellas dominando la escena, cogido de la mano con ese alguien especial. La guitarra la pone muy por el estilo de The Cure. Con más importancia en el ritmo, la titular “Hold My Home” sigue esa tónica envolvente y algo siniestra con bastante energía. En parte porque me recordó mucho a Soda Stereo, se hizo una de mis favoritas.
Para la recta final se deciden a mostrar lo mejor de sus dos caras: la amable y la más introspectiva. Ambos lados quedan bien representados en “Flower Drum Song”, donde alternan entre estrofas muy calmadas y un coro más animado. “Harold Bloom” se pone en plan medio gospel, como probando hasta dónde puede llegar el vocalista. Un buen ejercicio de habilidad personal, apoyado por un piano solitario y una pandereta para hacer la percusión. El final con “Hear My Baby Call” prolonga ese tono cadencioso, pero ahora dejando que sea el alma herida de un despechado o de alguien que vio morir al amor de su vida asumir el control. Bien pudo haberla cantado Jack White en Lazaretto.
Hold My Home es más luminoso que sus trabajos anteriores, pero los muestra igual de contundentes y emocionantes en cada canción. Una renovación donde nos muestran a una banda con la cara completamente lavada, dispuesta a englobar mucho más en su música que lo acostumbrado. Inclusive, se podría decir que en este álbum se ponen muy por la línea de bandas como Metronomy, como si en cada canción buscaran desafiar los límites de su propio talento.
Mi recomendada es “Hot Coals”. No creo que Cold War Kids haya creado antes una canción con una guitarra tan lucida y contagiosa.
Aquí va “All This Could Be Yours”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario