domingo, 13 de noviembre de 2016

Reseña: Moderat - III


Suenan más como un grupo de lo que nunca sonaron antes.

Moderat no fue un supergrupo cuando surgió comenzando el milenio, pero se volvió uno a la par que Modeselektor y Apparat conseguían el éxito internacional en el ámbito del techno. Fueron avanzando de un trío de productores donde lo establecido y lo arriesgado chocaban constantemente a un grupo en el sentido estricto de la palabra, donde la voz y las ideas de Sascha Ring ceden o avanzan frente a los conceptos un tanto más definidos que manejan Gernot Bronsert y Sebastian Szary en lo que a la fuerza de las canciones se refiere. Y en este álbum lo dejaron más claro que nunca.


Luego de llevar a nuevos limites y posibilidades el techno con su debut homónimo y poner el freno de mano con su álbum 'II', en abril de este año Moderat decide terminar la trilogía con ‘III’, lanzado con Monkeytown (la disquera de Gernot y Sebastian) donde prima más lo vocal que en los trabajos anteriores del proyecto. Nueve canciones en las cuales Sascha canta en su mayoría y que se sienten más orgánicas que de costumbre, incorporando momentos de piano como en “Intruder”, instintos pop más notorios que nunca como en “Eating Hooks” y “Ghostmother”, así como beats más “reales” como en el sencillo “Reminder”.


Es un trabajo decididamente oscuro y con atmósferas bien densas, pero también más adulto y con una experiencia acumulada que se nota fácilmente. “Running” y “Finder” deben ser de lo poco medianamente discotequero que se encontrará en el disco. En cierta forma redescubrieron una fascinación con la música pop, la pasaron por su filtro de ruidos raros e instintos techno y el resultado es el que llevamos escuchando todo el año, muy especialmente en "The Fool".

El motivo por el que a ‘III’ se le ha recibido así de bien posiblemente se debe a que suenan más como un grupo de lo que nunca sonaron antes. En el primer álbum se impuso el criterio de Modeselektor, mientras que en el segundo lo hizo Apparat. Pero en este hay una mayor comunión entre lo establecido y lo alocado de ambos proyectos. Posiblemente la mejor prueba de eso es “Animal Trails”, donde los ecos IDM se cruzan con una elección de beats y ruidos cargados de mística, sonando como el resultado de hacer una peregrinación en un templo budista o algo por el estilo. “Ethereal” también destaca en ese sentido, con Sascha dando un gran rendimiento vocal mientras la electrónica al fondo con todo y su rareza actúa como un muro de sonido. La clave está en los beats que sin importar si hablamos de momentos rápidos o lentos, se alejan de la frialdad que caracteriza al IDM en favor de algo más orgánico.

Mi recomendada es "Animal Trails". Tiene un potencial en vivo inimaginable.

Aquí va "Eating Hooks".



Calificación: 5/5

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