domingo, 13 de noviembre de 2016

Reseña: DJ Shadow - The Mountain Will Fall


Ha superado esa autocomplacencia que le han achacado a lo largo de su carrera post-Entroducing para entregarnos un álbum fuera de serie.

2016 ha resultado un año decisivo para el trip hop, sobre todo porque dos de sus más grandes exponentes decidieron regresar con nuevo material. Uno es Tricky, con su 'Skilled Mechanics', y el otro es DJ Shadow, que trae a nosotros su quinta placa 'The Mountain Will Fall' y posiblemente la que más atención ha despertado desde su mítico (y por lo visto insuperable) debut 'Entroducing'.

Semejantes palabras para un tipo que no se caracteriza precisamente por entregarnos discos flojos deben ser muy dicientes sobre lo abrumadoramente positiva que ha resultado la recepción del disco en estos meses. En tiempos donde la parada del hip hop más experimental es liderada por Death Grips, Run The Jewels y gente por el estilo, Shadow no se inmuta en lo más mínimo. Simplemente como que se arremanga, escupe sus manos (?) y dice "enseñemos a estos novatos como se hace", para acto seguido comenzar a darle al tornamesa, los samplers y, todo sea dicho, las colaboraciones.


Todo el álbum parece pensado para escucharse como un set ocurriendo justo en el momento de dar play en el reproductor de turno. "The Mountain Will Fall" con su ambiente oscuro parece perfecto para introducir al norteamericano ante su público. "Nobody Speak" con Run The Jewels pone el ambiente de fiesta con una elección de sampleos y bajos muy certera. Y más o menos así será la dinámica a seguir en todo el disco: un collage de ruidos organizado en forma de canción alternado por un tema hip hop retro y con instinto fiestero.

En "Three Ralphs" Shadow juega un poco con el tornamesa, como afinándolo para lo que sigue.
"Bergschrund" con la participación del productor alemán Nils Frahm le mete instintos krautrock a unos beats hip hop propios de suicidas como Kool Keith o Death Grips. De hecho, fácilmente puede pasar por un tema de 'Dr. Octagonecologyst'. "The Sideshow" retoma el hip hop old school y fiestero, con menos agregados que en "Nobody Speaks" pero con un mayor peso del rapero invitado, que en este caso es un tal Ernie Fresh que ojala y adquiera un poco más de perfil luego de esta colaboración.

Nuevamente Shadow decide que es hora de enrarecer el ambiente y nos tira el tribalismo hipnótico de "Depth Charge" y otro collage de sampleos titulado "Mambo". Pero acto seguido nos encontramos un punto de inflexión "Ashes To Oceans" es un trip hop con instintos más jazzeros a lo Portishead donde parece que el disco decide rebelarse contra si mismo, pues de ahí en adelante la dinámica se estabilizará en favor de experimentos y sampleos más ligados al formato tradicional de canción. En esa canción colabora Matthew Halsall, un DJ británico que viene siendo consentido de varios personajes influyentes en las islas cuando se trata de recomendar música como Gilles Peterson. "Pitter Patter" es el mejor ejemplo de eso con cambios de ritmo que pasan de lo cadencioso a lo reflexivo.


Aparece otro collage titulado "California", aunque con un ritmo más definido de lo que mostraba Shadow en Mambo. Destacable ese beat implacable que protagoniza toda la canción mientras a lo largo de la canción se altera el elemento electrónico constantemente. Luego el ambiente se torna opresivo en "Ghost Town", que no le envidia mucho a la canción de Suicide del mismo nombre con esos ruidos que van entre el hardcore y el glitch, así como en la desolada "Suicide Pact". El final llega con "Swerve", donde los breakbeats vuelven a robarse el show como si se tratara de fuegos pirotécnicos.

Estamos ante un trabajo versátil que oscila entre electrónica, hip hop vieja escuela y algo del acostumbrado trip hop. Pura mística, una precisión aplastante en el uso de los bajos (cualquiera que sea el objetivo), breakbeats que ponen la cuota de dinamismo, y una soltura que justifica la espera de 5 años por nuevo material del norteamericano. Tan luminoso como opresivo, parece otro punto alto en su trayectoria, pero no lo es. Realmente ha superado esa autocomplacencia que le han achacado a lo largo de su carrera post-Entroducing para entregarnos un álbum fuera de serie.

Y para rematar, una de las mejores canciones del año la vamos a encontrar en "Nobody Speak" con Run The Jewels como invitados de lujo. Solo por eso es mi recomendada, por mucho que no sea representativa del álbum.

Aquí va "The Mountain Will Fall".


Calificación: 5/5

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