Reseña: Diamante Eléctrico - La Gran Oscilación

Es el acople del grupo elevado al cuadrado.

De Diamante Eléctrico se han dicho muchas cosas en los cuatro años que llevan haciendo ruido en el panorama nacional. Que son unos crecidos (especialmente su vocalista Juan Galeano), que tocan hasta en un bingo bailable (por aquello de que han servido como teloneros de varios de los actos internacionales con mayor convocatoria en Colombia durante ese tiempo), que son pura pose, que sus canciones son flojas, que su popularidad es pura rosca... Todas estas impresiones que no provienen de los medios de comunicación, sino del ciudadano de a pie al que le importa esta música. Algunas las comparto a medias, pero con otras estoy en desacuerdo.

No voy a discutir aquí cuales son ciertas y cuales no, pero puedo decir que la banda me gusta. No creo que sean el mejor grupo del país, pero no les niego para nada el merito de abrirse un espacio con una propuesta que pasó de tener deudas con el indie rock del nuevo milenio como en su debut 'Diamante Eléctrico', a dar pistas de un estilo más propio en 'B', con todo y su irregularidad. Luego llega la oportunidad de abrirle a Foo Fighters y The Rolling Stones en el lapso de un año, así como un Grammy Latino a Mejor Álbum de Rock que más allá del status que les pueda dar o no, explica por si solo los recursos a los que accedieron al momento de meterse al estudio para grabar 'La Gran Oscilación', su tercer trabajo de estudio en 3 años.

Ese ultimo detalle es importante: el de los recursos a los cuales tienen acceso para esta ocasión. Porque a lo largo de las canciones escucharemos a un grupo que ha superado las limitaciones logísticas que caracterizan todavía a la escena colombiana en la actualidad. A veces el tiempo y la imposibilidad de concentrarse debidamente en un estudio para grabar y componer como se debe puede restarle fuerza a ciertas bandas y ciertas canciones. Lo que demostró Diamante Electrico desde que lanzaron los primeros adelantos es que para ellos eso ya es cosa del pasado.

Un intro estupendo titulado "Después De La Espera" abre paso a "Placebo", el primer adelanto del álbum y un autentico temazo donde ponen tierra de por medio con otras bandas nacionales. Las melodías se sienten autenticas, sin seguir tanto el modelo estándar de canción rock tipo Radioacktiva que en ocasiones hace insufrible escuchar "lo criollo". Escuchamos a una banda que bien aprendió a componer canciones alejándose de esa formula, o bien se supo asesorar para conseguir una canción que marca la idea a seguir en todo el álbum: la de hacer un rock más internacional.

"Nada (Florecer)" tiene resabios de los Arctic Monkeys de 'Suck It And See' o el 'AM' pero impulsados por la guitarra más rasposa de Daniel Alvarez, que a estas alturas del partido es marca registrada de la banda, "Luz Secreta" sigue la linea de canciones como "Dejavudú" y "Matar A Un Hombre Muerto", explotando el medio tiempo blusero con una mejor producción y un mayor entendimiento de las posibilidades que puede ofrecer el estudio. "Déjala Rodar" saca a pasear el rock and roll de los 50s incorporando vientos y un tono más festivo del que acostumbra la banda.

Manteniendo algo de ese muro de sonido nos muestran la canción pop del disco: "Al Vacio". Es seductora pero sin exagerar. Nuevamente destacable el trabajo de Alvarez en la guitarra, complementándose bien con el muro de sonido. El solo que se manda es soberbio.

Vuelve la crudeza en todo su esplendor con "Malasangre", turbia y con una coordinación estupenda del power trío en lo que se refiere a invocar el agite de las cabezas de arriba hacia abajo en plan trance. "Torniquete" por algún motivo me recordó a los mejores Hombres G, con esa tónica pop medio descomplicada y esas armonías en plan Costa Oeste. Hasta la voz de Galeano se parece a la de David Summers, el cantante del grupo español.

Es más... ¡puede que Diamante Eléctrico en el fondo sea una versión renovada de Hombres G!

Pasamos a la canción titular, "La Gran Oscilación" y la banda decide bajar el volumen para que la voz de Galeano demuestre finalmente en 4 años de trayectoria que puede ser atractiva en vez de insufrible cuando exagera la entonación en ciertas canciones. Para acompañarlo tiene la guitarra de Alvarez que ahora sin muro de sonido para complementarse, asume sin problemas el rol de envolver la canción con rasgueos y efectos densos cuidando de que no le resten protagonismo a Galeano. Para "Ahora Es Nunca" consiguen un resultado que solo puedo explicar como lo que pasaría si se cruzara a The Strokes con Edgar Winter Group.

Con "Ruido Negro" vuelve la pesadez liderada por la guitarra de Alvarez, destacando los golpes del baterista Andee Zeta, que si bien no ha sido ajena a la acción llegados a este punto, resalta mucho más en esta canción que en las otras. En ese momento la banda nos toma completamente fuera de base con "Humo Sagrado", una que puede ser fija en sus directos con ese tono medio progresivo al arrancar de manera casi acústica con palmas al fondo hasta llegar a una segunda mitad donde la contundencia se hace dueña de la situación, dispuesta a destrozarlo todo mientras explota lo mejor de los tres componentes del grupo. Con "Lamento" como el número acústico termina el álbum.

'La Gran Oscilación' es el acople del grupo elevado al cuadrado. Es su trabajo más ambicioso hasta la fecha en términos de producción, arreglos, composición e intenciones. Con algunas excepciones, diría que en medio de su ambición no es un trabajo que deje canciones tan fáciles de retener como las de sus dos discos anteriores y eso lo hace quedar como un álbum más pretencioso de lo que debería. Pero no lo veo como algo tan malo. Suele gustarme esa faceta de las bandas, y ese tipo de discos suele dejar canciones llamativas. Será en los conciertos donde se decida si esos temas perduran en el tiempo o no.

Hay una mejora notable en la voz de Galeano, que finalmente aprendió a cantar sin exagerar la entonación, cosa que en lo personal hacia insoportable escucharlos en el pasado. Lamentablemente no resalta tanto la voz en el resultado final, y eso le quita fuerza a un disco que por lo demás es notable. Nada mal para un ganador del Grammy Latino.

"Humo Sagrado" es mi recomendada. Por paliza, la mejor canción de la banda hasta la fecha.

Aquí va "Al Vacio".

Calificación: 4/5