domingo, 28 de agosto de 2016

Retrospectiva: Empire, una transición antes de tiempo


Una precuela para lo que será tres años más tarde West Ryder Pauper Lunatic Assylum.

Ay los segundos álbumes… Esa puede ser la cosa que más me apasiona del rock. El desafío que implica superar un debut (sobre todo cuando fue exitoso). Hacer en un año o dos lo que puede tardar toda una vida en grabarse, probar que no fue suerte o que pueden ser incluso mejores que lo mostrado entonces; son desafíos que ponen a prueba los halagos y las palabras bonitas de las reseñas como pocas cosas en el mundo de la música. Algunos responden planteando una continuidad o una profundización de lo mostrado en el primer álbum, otros se rebelan contra la estatua de cristal que se ha forjado tan de repente, y varios más deben bailar con la más fea antes de tiempo. 

Un poco de todo eso tuvo Empire, el segundo trabajo de Kasabian y uno muy importante para comprender la dirección que asumieron en los años siguientes.


Contexto


2005 fue el año en que Kasabian alcanzó reconocimiento en el Reino Unido gracias a los sencillos bandera de su álbum debut, lanzado el año anterior. “Club Foot”, “L.S.F” y “Cutt Off” sonaban todo el tiempo en cuanta emisora indie había por ahí, y la cultura popular les fue dando su reconocimiento con la incorporación de estas canciones en películas y videojuegos.

Todavía en medio de la gira de presentación del debut, en el mes de febrero mientras hacían de teloneros para Oasis (banda que los apadrinó durante esos años) estrenaron una nueva canción en vivo. Era “Stuntman”, y parecía seguir la línea siniestra marcada en el primer álbum aunque con algo más de presencia en las guitarras. La canción se incorpora al repertorio con regularidad durante las presentaciones de la banda en ese año (como en la de T In The Park) mientras avanza el proceso de composición.

En diciembre del 2005 ingresan a los Rockfield Studios en Gales, los mismos donde Oasis grabó '(What's The Story?) Morning Glory'. Durante dichas sesiones se dan las primeras fricciones serias entre Chris Karloff y el resto de la banda. Hubo varios factores que motivaron esa situación, no del todo claros. Por un lado, Karloff quería continuar explotando el sonido electrónico y oscuro cruzado con instrumentación rock que hacían en el debut, mientras que el guitarrista Sergio Pizzorno estaba más influido por el britpop y la psicodelia, y muy concretamente en la forma que Oasis encarnaba ambas cosas luego de ser sus teloneros. Por otro lado, se dice que Karloff tenía intenciones de radicarse en Nueva York y quería que toda la banda se radicara en la Gran Manzana, a lo cual se opusieron los otros miembros, quienes prefirieron quedarse en Leicester. Cualquiera que fuese el motivo, Karloff dejó Kasabian en medio de las sesiones de grabación.

Podría considerarse como el final de la sociedad Pizzorno/Karloff la participación que hicieron ambos en el álbum The Outsider de DJ Shadow, una influencia importante para ambos, concretamente en la canción “The Tiger”.  A modo de ironía, ese disco (y esa colaboración) vieron la luz solo unas semanas después del lanzamiento de Empire.

Como sea, con apenas seis canciones compuestas (tres canciones junto a Karloff), Pizzorno tenia total libertad para desarrollar su visión, pero tenia el tiempo en contra, pues ahora debían componer en medio de las mismas sesiones con el riesgo de que podia salir algo tremendo o algo horrible. De esa forma comenzaron a grabar su segundo trabajo de estudio en febrero de 2006.

El disco


Según el vocalista Tom Meighan, el álbum se llamó Empire por ser una palabra que solían usar en Kasabian para decir que algo era genial. No obstante, puede que el significado sea más profundo que eso si se toma en cuenta que es un disco más orgánico, con algo más de guitarra (hay incluso una canción acústica), una electrónica más relegada a un segundo plano, y la incorporación de instrumentos de cuerda o trompetas en la mayoría de canciones. A lo mejor buscaban que el álbum fuese "imperial" pero desde el sentido de la realeza. Como si buscaran disolver el periodo victoriano entre su particular sentido de la psicodelia.

Hablando de psicodelia, hay dos influencias destacan por encima del resto en Empire: Oasis y The Chemical Brothers. Unos aportan los ganchos melódicos y otros la electrónica. Ambos, el lado britpop del asunto. Todo lo que hace Pizzorno (en esa época engachado a las drogas) a la larga es armar el rompecabezas: mirar en qué parte se necesita ser más sintético y en cual más melódico, fijarse en qué parte puede distorsionarse determinada influencia hacia una dirección inesperada... Porque eso es lo llamativo de Kasabian: los artistas que los influyen no son difíciles de rastrear, pero tienen el ingenio necesario para no ser una mera copia.

"Empire" abre con fuerza indicando que la caballería ha llegado. La batería de Ian Matthews anda en plan krautrock, mientras las trompetas y algún sintetizador nos transportan al campo de batalla. Aun siendo tan extraña (incluso para los estándares de Kasabian), fue elegida como sencillo promocional y acompañada por un video donde la banda representa a la 11ª compañía del Regimiento de Húsares del ejército británico durante la Guerra de Crimea, misma que fue homenajeada en el pasado por Iron Maiden en su clásica "The Trooper".

Pasamos al otro sencillo recordado del disco: "Shoot The Runner". Una de las canciones más reconocibles de Kasabian por derecho propio, con guitarras dominantes y algo del espíritu oscuro del primer álbum transformado en una rebeldía, un aire de superioridad y una fe absoluta en lo que hacían bastante inspiradora. No es difícil que el verso "I'm a queen and she's my queen, bitch" pueda disparar la adrenalina en un concierto. Las trompetas aparecen también, revelándose como un hilo conductor a lo largo del Empire.


En "Last Trip (In Flight)", vemos a Kasabian coqueteando a ratos con la psicodelia y a la vez utilizando de otra forma las atmósferas que exploraron en el debut. En vez de estar pensadas para ser opresivas como solían serlo, ahora buscan ser más estimulantes. Le sigue "Me Plus One", un tema algo subestimado en el catálogo de Kasabian a pesar de ser sencillo del Empire. Cantada por Pizzorno, es una de las cosas más britpop que haya sacado la banda de Leicester, lo que puede explicar en parte ser tan relegada a un segundo plano, incluso por parte de la misma banda.


Luego nos encontramos con "Sun/Rise/Light/Flies". Es como si amaneciera en una película de Rápido y Furioso mientras tiene lugar una carrera. Cargada de adrenalina pero a la vez de mucha mística; es una mezcla bien equilibrada entre britpop y una dinámica propia del krautrock, a la que le suman los incondicionales violines. Sigue "Apnoea", un experimento rarísimo por parte de Kasabian donde la batería de Matthews marca un ritmo muy extraño en la batería, mientras un montón de ecos le dan un aire muy trastornado a todo el asunto. De ese frikismo pasamos a "By My Side", una de las canciones representativas del Empire. Ecos electrónicos a pesar de hacer puras secuencias sirven de linea melódica para una base dominada por violines. El ambiente es a su manera, psicodelico, alternando constantemente entre sintetizadores e instrumentos de cuerda.


Llegados a ese punto queremos velocidad, fuerza, impacto directos en nuestra mente. Con esas no tan nobles intenciones llega "Stuntman" al rescate. Tiene el tono oscuro, contundente y pegadizo del debut, pero a la vez se percibe una adrenalina hecha para bailar, menos sería si se quiere. Tal vez sin querer fue un primer paso para hacerse un picó más accesibles. "Seek & Destroy" sigue una idea parecida pero siendo más sintética, pero igualmente pensando en llevar al trance a quien la escuche.


Para el final encontramos dos temas reveladores de lo que será Kasabian en el futuro. Uno es "British Legion" la primera incursión acústica de la banda. Con Pizzorno en la voz, es llamativa por ese tono que aun teniendo mucho de britpop puede recordar a grupos de los sesenta como Love, que pensaba las canciones desde formas melódicas no tan convencionales. Idea que se ve ratificada en la última canción, "The Doberman". Es como su equivalente a "Champagne Supernova": delirante, con una melodía certera y con la dosis de misterio necesaria. La diferencia es marcada, como no, por las trompetas. En la parte media ese ritmo aplastante cede paso al tono de las bandas sonoras de Ennio Morricone, uno de los héroes personales de Pizzorno.


Recepción


La expectativa y de alguna forma el buen estado de forma ratificado con el lanzamiento de “Shoot The Runner” le otorgó a la banda su primer #1 en las listas del Reino Unido, iniciando así una racha que hasta la fecha va en cuatro trabajos consecutivos que llegan a lo más alto. Hasta la fecha el álbum ha vendido un millón de copias a nivel mundial, la mayoría en su propio país. La critica tuvo sensaciones divididas con el álbum, destacando por un lado sus intenciones de intentar algo diferente, pero quejándose también de que las canciones no son tan atrapantes como en su antecesor.


La gira promocional arrancó en el mes de mayo del 2006 en Ciudad de México y se extendería por un año, en el cual la banda se acopló al nuevo sonido y compensó en vivo las dudas que ofreció en el estudio. Entre los momentos destacados de la gira podemos mencionar un hecho insólito: tocaron en dos ediciones consecutivas del T in the Park, (2006 y 2007), su tercera participación en Glastonbury, su presentación especial en el Electric Proms de la BBC en el cual tocaron acompañados de una orquesta, y un momento sumamente especial cuando estaban tocando con motivo del 10 aniversario de la pagina web del NME: Noel Gallagher se subió al escenario como invitado para tocar la guitarra con la banda en "The Doberman" y "Club Foot".



Legado


Empire es un álbum especial entre los seguidores de Kasabian por servir como un anticipo del sonido que van a desarrollar de ahí en adelante, y muy especialmente como una precuela en términos de sonido para lo que será tres años más tarde West Ryder Pauper Lunatic Assylum. Tiene un valor especial porque surgió de las diferencias entre Pizzorno y Karloff, saliendo de esa tensión un álbum de transición. No tiene tantas canciones rompedoras como las tuvo el primer álbum o incluso trabajos posteriores, pero es comprensible al tratarse de un disco donde estaban redefiniendo su sonido. 

Prueba de lo anterior es que Empire luego de la gira promocional no ha sido muy revisitado por Kasabian. Aparte de "Empire" y "Shoot The Runner" pocos temas superaron la prueba del tiempo. Muy de vez en cuando "Stuntman" y "The Doberman" se suman al repertorio. Hace unos años cuando le preguntaron a Tom Meighan por cómo podía resumir la trayectoria de la banda hasta ese momento y llegó el momento de hablar del Empire, dijo que fue un álbum muy difícil de grabar en un periodo muy difícil para el grupo.

A pesar de eso, sería difícil entender lo que es Kasabian actualmente sin Empire. Habría sido fácil repetir al pie de la letra las coordenadas marcadas en su primer álbum, pero en vez de eso buscaron otros horizontes que, a la larga, les dieron un repertorio más variado. ¿Es su mejor álbum? No. Pero es admirable, desafiante, totalmente alejado de lo que hacia la música alternativa en esa época, algo pretencioso pero con los hits necesarios para no perder el contacto con la realidad. Es increíble que llegara al #1 apostando por un sonido tan raro, pero todavía más que consiguiera revalorizarse tanto entre los seguidores durante los años posteriores a su lanzamiento.

Aquí va la interpretación de "Sun Rise Light Flies" en el T in the Park de 2007.

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