En algunos aspectos es uno de los trabajos más accesibles que ha ngrabado. En otros son suficientemente raros.
Thee Oh Sees es uno de esos grupos incontenibles que se mantienen en movimiento con nueva música, nuevas canciones, nuevos discos y siempre girando, como obsesionados por capturar una inspiración divina todo el tiempo. Con John Dwyer siempre a la cabeza, se convirtieron de un tiempo para acá en un referente indiscutido de la neo psicodelia más agresiva.
Thee Oh Sees es uno de esos grupos incontenibles que se mantienen en movimiento con nueva música, nuevas canciones, nuevos discos y siempre girando, como obsesionados por capturar una inspiración divina todo el tiempo. Con John Dwyer siempre a la cabeza, se convirtieron de un tiempo para acá en un referente indiscutido de la neo psicodelia más agresiva.
En los últimos años y sobre todo durante la grabación de Mutilator Defeated At Last, la banda se ha ido puliendo progresivamente en su sonido garage psicodelico para permitir que los teclados o la percusión tengan algo más de protagonismo y así explorar otras posibilidades en las guitarras. Más compenetrado con sus acompañantes que nunca, Dwyer decidió grabar rápidamente un nuevo álbum titulado A Weird Exits, precedido por el sencillo "Plastic Plant".
Que el álbum se llame de esa forma cobra sentido desde que escuchamos la primera canción del mismo: "Dead Man's Gun". Es un híbrido llamativo entre los estilos de Ty Segall y Pond. Tiene el garage dream del primero y las voces soñadoras del segundo, dando como resultado una canción particularmente accesible para lo que acostumbra Thee Oh Sees pero nunca exenta del toque peculiar que siempre pone Dwyer en el ritmo. Le sigue "Ticklish Warrior", más pesada y ligada al estilo que acostumbra la banda. Eso sí, igual de atrapante.
Turno de "Jammed Entrance", una improvisación donde la neo psicodelia, el krautrock y algún instinto jazz en la batería tienen cabida en lo que solo se me ocurre definir como lo que habría pasado si "Let It Happen" de Tame Impala tuviese menos sintetizadores. Luego suena "Plastic Plant" donde las guitarras vuelven a dominar el ambiente entre distorsiones y cambios de ritmo, mientras un bajo espeso las sostiene y la batería ofrece orden en medio de la locura, como si se tratara de un machete que quita la maleza del bosque para marcar el camino.
"Gelatinous Cube" retoma el garage psicodelico que acostumbran, mientras que "Unwrap The Fiend Pt. 2" es otra improvisación donde alternan entre paisajes relajados y otros bien contundentes. "Crawl From The Fallout" suena al principio un poco al rock progresivo de los setenta, con una batería medio jazzera y un ambiente sinfónico de ese que suele usarse para álbumes conceptuales o cosas por el estilo. El final con "The Axis" es épico, neo psicodelia a todo lo que da sin perder la sobriedad.
En algunos aspectos se muestra como uno de los trabajos más accesibles que ha grabado Thee Oh Sees, sobre todo en las elecciones de la melodía. Pero en otro sentido tiene la rareza necesaria para enloquecer a los nuevos oyentes, con canciones que están en su mayoría por encima de los 4 minutos. Evidentemente muchas de ellas surgieron de jams en vivo entre los músicos, por lo que resulta comprensible el resultado "en vivo", y sobre todo queda clara la garantía de seguir teniendo shows arrolladores durante los próximos meses, hasta que la mente inquieta de Dwyer decida que quiere tocar nuevas canciones.
"Crawl From The Fallout" es mi recomendada. Tiene un toque diferente con respecto a las cosas que han salido de la cabeza de Dwyer en trabajos anteriores.
Aquí va "The Axis".
Calificación: 4/5
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