martes, 1 de abril de 2014

Reseña: Pixies - Indie Cindy


Para hablar de continuidad, se debe hacerlo desde los trabajos de Francis como solista, no desde Trompe Le Monde.

Pixies son, a grandes rasgos, los Velvet Underground del rock alternativo: no vendieron muchos discos, pero al igual que la banda de Lou Reed y compañía, el que compraba sus discos era seguro que armaba una banda. En parte por el éxito en Europa durante sus años dorados y en parte por ser rescatados del anonimato por The Fight Club, al incluir su clásica "Where Is My Mind?" en la banda sonora de la película; es que ahora todos conocemos la historia de 4 chicos de clase media, amantes del surrealismo y que de alguna forma sintieron la necesidad de armar una banda.

Fueron los artífices de una reinvención del espíritu punk, gracias a tener esa virtud de pensarlo como dicen en el argot norteamericano, "fuera de la caja", complementado por unos músicos tan freaks como se puede aspirar a ser con semejantes características. El vocalista y guitarrista Black Francis, capaz de pasar de lo melódico a lo caustico con una facilidad alucinante, la bajista Kim Deal que aportó una influencia importante del country (donde por lo general el bajo no lleva mayor peso), traduciéndose en hacer mas sencillo su estilo de tocar las cuatro cuerdas. El guitarrista Joey Santiago venia mas de la escuela punk (de hecho introdujo a Francis en el género) y menciona influencias de Bowie y The Beatles en su estilo. Dave Lovering en la batería es mas convencional, pero en cierta forma es el pegamento que mantiene unida una amalgama de influencias musicales y no musicales tan diversa. De hecho, en su juventud fue un fanático de Rush.

Esa amalgama de cosas combinadas dieron como resultado una carrera aclamada por la critica y seguida por una legión pequeña de leales seguidores, donde Surfer Rosa, Doolittle, Bossanova y Trompe Le Monde los elevaron al nivel de ser los padres de esa etiqueta tan rara que resulta ser el rock alternativo. Se disolverían por las peleas entre Francis y Deal en 1993 para seguir sus propios deseos, ya fuese como Frank Black o The Breeders. 

Los Pixies solo se reunirían en el 2004 para una gira mundial que los mantuvo ocupados hasta 2011, cuando Deal comenzó los preparativos para el regreso de The Breeders junto al lanzamiento de material como solista, lo que provocó que el año pasado abandonara Pixies por segunda vez. Cuando los conocí hacia el 2009 o 2010, me sorprendía que pudiesen durar tanto tiempo de gira con las mismas canciones de siempre. Mas tarde supe que Deal era el mayor obstáculo para escuchar algo nuevo de la banda, y ahí vi que esa reunión no podía durar mucho mas: o Kim cedía y se involucraba en grabar un nuevo disco, o sus horas en Pixies estaban contadas.

Ese mismo día que Deal decía adiós, pudimos conocer "Bagboy". La verdad me pareció buena, a pesar de la ruptura tan radical con respecto a los trabajos de su periodo clásico. Y es allí donde hay que entender una cosa: si se tiene que hablar de continuidad, hay que buscarla en los trabajos de Francis como solista y asumirla desde la madurez de alguien que está por cumplir 49 años. Luego conoceríamos la saga de EPs que conformarían Indie Cindy: el EP1, de donde saldrían sin duda las mejores canciones (incluida la que da nombre al disco y "Andro Queen"), un EP2 mas difícil pero con alguna canción inspirada como "Magdalena" y un EP3 que ademas de "Bagboy" incluyó "Silver Snail" entre lo mas destacado.

Bajo la producción de Gil Norton y con Simon Archer ejecutando el bajo para la ocasión, arrancamos con "What Goes Boom". Es de las mas pesadas de su carrera. Con decir que suena mas a Metallica que los mismos Metallica. Le sigue "Greens And Blues", conducida por el riff de Santiago que nos lleva con ese memorable punteo a los tiempos de Doolittle.


Encontramos ahora el tema que le da nombre al disco. "Indie Cindy" refuerza el significado de Pixies en la cultura popular (seamos honestos, ya hacen parte de ella) y es tal vez la canción mas importante de los 3 EP. Refleja fielmente la formula de suave-distorsionado que tan bien representaron en sus años de gloria. Ademas que ver a Francis cantando en un cruce entre crooner y rapero no deja de tener su atractivo.


Y de inmediato encontramos a "Bagboy", que es como ver unos Pixies 2.0. La batería de Lovering parece que usara beats hip hop, la guitarra de Santiago actúa a otro nivel, algún instante de armónica sonando le incrementa el atractivo. En el coro y el cierre es sin duda donde la canción alcanza sus puntos mas altos.


"Magdalena 318" (imagino que la re-titulación de "Magdalena") va con una entrada contundente, heavy y rasposa. Incluida en su EP2, es con distancia el pico mas alto de ese EP, y una de las mejores del disco. Aquí evidenciamos algo que resulta importante para destacar en el regreso de la banda de Boston: no encontramos a Francis gritando como acostumbraba. Pero por fortuna la madurez le regalo una solución con la que en lo personal no me siento defraudado: en los puntos mas crudos de las canciones, en vez de gritar, porta una frialdad melódica y asesina que no le queda mal a estos Pixies mas maduros, pero igualmente majestuosos.


En "Silver Snail" mantiene parcialmente la idea de la anterior, pero en una modalidad mas atmosférica y mentalmente confusa, al mejor estilo de la Trilogía de Berlin. Nuevamente destacable el trabajo de Joey Santiago, responsable de dar ese ambiente tétrico desde su guitarra. El tema recuerda un poco a "Under the milky way" de The Church. Con "Blue Eyed Hexe" vuelve el pulso rock en toda su dimensión. Descomplicada, fresca, y con un riff a la T. Rex bastante ingenioso. Será interesante escucharla en vivo.

"Ring The Bell" es la mas convencional de todas las canciones del disco. Bastante melódica, recuerda los tiempos de Doolittle, y demuestra que nadie como ellos para ejecutar la formula que renovó toda la música posterior a ellos. Sin embargo, a esas alturas parece puro relleno. "Another Toe In The Ocean" cuenta con mas presencia en las guitarras. Resulta potente por el coro, pero igual que la anterior, no destaca particularmente por algo mas. Se queda corta para lo que sacan normalmente de sus propias canciones.

Es el turno de "Andro Queen", de su EP1. Debo decir que de las canciones de Indie Cindy, esta es sin duda la mejor y la que mas luz da con respecto a lo que puede seguir en su trayectoria. Sabor a "NYC" de Interpol, linea de bajo punzante, batería elaborada y haciendo buena compañía, guitarra sencillamente sublime, Francis empuñando la acústica y una imponencia vocal absoluta; dan como resultado una joya que, espero poder escuchar en vivo este viernes.


Vamos llegando al final y aparece "Snakes" del EP2. Es como country pasado por filtro grunge. Recuerda un poco a las canciones mas recientes de los Smashing Pumpkins, por la voz y la batería. Pero es claro que van mas allá de la copia gracias a, como siempre, Santiago. "Jaime Bravo" cierra Indie Cindy al mejor estilo de "Gigantic" o "Monkey Gone To Heaven". No aporta mucho al disco, aparte de dar la despedida.

En aras de un regreso, Indie Cindy cumple su objetivo. No como todos quisieran, claro. Pero es que la gracia de los Pixies siempre estuvo en generar incomodidad. La generó al llevar el surrealismo y las historias de OVNIS a convertirse en los blues que la Generación X utilizaría para conquistar el mundo, y ahora lo hace siendo mas blandos, maduros y conscientes de que pueden sacar de una canción. Es verdad que hubo temas que sobraron pero insisto, no quita el hecho de ser un gran y merecido regreso.

Mi recomendada es "Magdalena 318". Habla bastante bien de esa madurez y la sensación de incomodidad que busca dar este grupo de clase media que toca sus setlist en orden alfabético y recluta bajistas que no saben tocar el bajo (guiño para Kim Deal).

Aquí va "Andro Queen".



Calificación: 4/5

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