domingo, 4 de septiembre de 2016

Reseña: Blossoms - Blossoms


Seguramente los festivales les abrirán sus puertas de par en par durante los próximos meses.

De vez en cuando aparecen este tipo de bandas que destacan por un sonido al que se le pueden encontrar muchas referencias, pero a la vez un estilo muy distintivo. El debut de Blossoms es uno de esos casos. Pegadizo, mezcla de espíritu retro con una actitud más fashion de lo que parece, estos ingleses firmados por Heavenly Recordings se han mostrado como una curiosa realidad en este 2016.

Y más que curiosa, arrolladora. Su álbum debut llegó al #1 en las listas del Reino Unido luego de varios años lanzando EPs y sencillos bien recibidos por la critica. El punto de inflexión se dio con "Charlemagne", sencillo lanzado en octubre del año pasado que ingresó en las 100 mejores del Reino Unido, alcanzó rotación regular en la BBC y les permitió ser nominados como una de las bandas a escuchar durante este 2016. Con motivo del lanzamiento de su debut homónimo el NME los incluyó en su portada del mes pasado.

Traducción: the next big thing.


La clave está en que Blossoms es una banda orgánica, elemental en sus melodías pero no por eso simplona. Como toda banda de Manchester que se respete, se ven influidos principalmente por bandas locales (The Stone Roses, Inspiral Carpets y James son referentes inevitables). Así tenemos un vocalista como Tom Ogden, apasionado, más pulido en escena que mitos como Ian Brown o Tom Hingley pero igualmente atractivo. Pero la clave sin duda es su teclista, Myles Kellock. Una especie de Clint Boon del nuevo milenio con una habilidad tremenda para imprimir su sello en cada uno de los temas del grupo.

El álbum funciona como una recopilación de los sencillos que vienen lanzando desde el 2014, así como incluye un repertorio de nuevos temas. El sencillo que les permitió despegar en los últimos meses, "Charlemagne", es incisivo pero elegante. No cae en exageraciones o distorsiones. Se nota que al guitarrista Josh Dewhurst no le gusta asumir el primer plano de la acción (¿quien necesita hacerlo cuando Kellock suelta una melodía así en los teclados?), pero cuando debe dar un paso al frente lo hace sin problema.



Muestran sus armas desde el principio con "Charlemagne" y "At Most A Kiss" (uno de los nuevos temas)que aporta la cuota soñadora con melodías esenciales en el teclado, ritmos contagiosos y a veces hasta marcando el ambiente cuando las notas se prolongan hasta el infinito. "Blown Rose" es otro buen ejemplo, sumando un trabajo de armonías vocales irresistible.

Pero no por eso los mancunianos le temen a las quimeras del pop más tradicional, como lo demuestran en "Getaway" y "Onto Her Bed" que si bien pueden reflejar una madurez algo precoz en su estructura (sobre todo la segunda) no se les puede negar su calidad. Dejan espacio para la sencillez en "My Favourite Room", un terciopelo hecho canción donde se acercan bastante al sonido clásico de Oasis y Stereophonics; así como también dejan algo para la crudeza en "Blow", tal vez el único momento donde las guitarras se salen de su libreto en todo el disco. En parte puede tener que ver el hecho de ser uno de sus primeros sencillos (salió en el 2014).

Lo mejor de todo es que sus perspectivas a futuro pueden ser aun más llamativas, demostrando que pueden sonar inquietantes como en "Smashed Pianos" o en la pseudo reggae "Deep Grass". Dejan ver trazos de synthpop melancólico al mejor estilo de Ultravox en "Honey Sweet", y básicamente le declaran la guerra a The Last Shadow Puppets con canciones como "Texia" y "Cut Me And Ill Bleed", donde usan muchos de los elementos del dúo pero rejuvenecidos y con una soltura admirable. Tienen esa frescura que da la inocencia, y eso siempre va a sumar puntos.


El balance es bastante positivo. Luego de un trabajo de hormiga sorprendente en los años anteriores, nos han sorprendido a varios de nosotros que no los teníamos en el radar, así como han ratificado la confianza de aquellos que tuvieron la suerte de conocerlos meses atrás. Blossoms tiene canciones disfrutables, con aire retro pero sin abusar de él. Su directo ha demostrado que puede hacernos pasar buenos ratos y a la vez hacer volar nuestras mentes. El futuro se ve prometedor, y seguramente los festivales les abrirán sus puertas de par en par durante los próximos meses.

"Deep Grass" es mi recomendada. El mejor ejemplo de lo determinante que son los teclados de Kellock en el sonido de la banda.

Aquí va "Getaway".


Calificación: 4.5/5

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