lunes, 18 de julio de 2016

Reseña: DMA's - Hills End


Una convicción fuerte sobre la necesidad de buscar inspiración en las raíces del britpop.

Hace unos meses hablamos de DMA's, banda australiana que viene pegando con fuerza gracias a su álbum debut Hills End y presentaciones en varios festivales como Coachella y recientemente en Glastonbury. Rescatando el lado brit del indie ochentero se han constituido como una revelación en el ámbito independiente gracias a una serie de sencillos cargados de esa nostalgia de época tan propia de los revivals y un sentido de la melodía bien desarrollado.

Algo que llama mi atención del debut es que resulta erróneo pensar, sin embargo, que hay un "sonido propio" cuando todo el tiempo los medios y el publico se refiere a Hills End en términos de "se parece a" o "suena como". Hay referencias, puntos de partida que indican de donde sale su idea de una buena canción, más no un "sonido DMA's". 

No es la primera vez que pasa en el rock ni será la ultima vez, pero generalmente hay elementos que destacan en el acople de una banda debutante por encima de sus influencias cuando se le quiere aclamar. Eso no lo hace a Hills End un mal disco ni a ellos una mala banda, por supuesto. Pero si implica que se debe tener cautela con los halagos que se les hacen. 

El arranque con "Timeless", una pieza con las típicas maneras del indie ochentero es un perfecto reflejo de eso. Melancólica, melódica, con buenas armonías, influencia sesentera y una facilidad para enganchar arrolladora. Le sigue "Lay Down", que sin rodeos podemos decir que es una de las canciones más memorables que nos ha dejado el 2016.


Acto seguido pasamos a "Delete", la canción que los puso en el mapa entre los melomanos afortunados que se cruzaron con su música por primera vez el año pasado. Progresa de una pieza acústica con el paso de los minutos a un indie rock con guitarras en reverberación y una psicodelia muy melódica, al mejor estilo de The Stone Roses. "Too Soon" se mantiene en esa tónica sumando punteos a lo The Byrds para reforzar el aura retro. Para darle algo más de energía suman una sección más cruda, al mejor estilo de los primeros Oasis.


Encontramos ahora a "In The Moment", muy por el tono de Primal Scream con un coro muy por el estilo de "Movin On Up" y un punteo notable para complementarlo. Tiene esa cosa medio gospel, medio celestial para sumar a la misión que se han impuesto los australianos de re-inyectar una parte de los años noventa en la música rock. "Step Up The Morphine" irradia romanticismo y nostalgia por todas partes en su letra, reforzada por la melodía delicada de sus guitarras. Luego una "So We Know" sonando más que nunca a los Stone Roses indica que ya pasamos la mitad del álbum.

Y entonces aparece "Melbourne". Es una de las mejores canciones de Hills End, principalmente porque establece un sonido propio en un álbum que, insisto, le da una identidad a la banda más no un estilo propio. Las guitarras distorsionándose progresivamente y armando un muro de sonido sin dejar de lado sus melodías sesenteras permiten ofrecer un factor de riesgo que no se encuentra muy seguido en el disco. Ya sea porque no es lo que buscaban en esta ocasión o porque prefirieran centrarse en canciones más melódicas, el tema es una excepción a la regla general.

"Straight Dimensions" vuelve al jangle pop que predomina en el álbum ya dando síntomas de agotamiento. Le sigue "Blown Away", un medio tiempo muy acertado que explota la melodía en una dirección más de balada, con un muro de sonido preciso para darle cuerpo y una estructura que tradicional y todo es otro de esos momentos que dan indicios de que el grupo ha encontrado puntos de referencia para armar en el futuro un sonido propio. El final es con "The Switch" y una "Play It Out" que sigue por momentos los lineamientos de "Melbourne".

Hills End fue pensado para tocar en vivo todas las veces que fuese necesario, no me cabe duda de eso. Es más fácil llamar la atención de los festivales y los promotores cuando se hace música que puede compararse sin problemas con la de las leyendas del indie y el proto-britpop de fines de los ochenta y comienzos de los noventa. No digo que sea un montaje comercial el de DMA's, pero enfocarse tanto en las influencias y en las deudas a estos grupos no es gratuito. Menos cuando se evidencia que ya coronaron Coachella y Glastonbury este año.

Aunque se señala mucho la similitud con The Jesus And Mary Chain, The Stone Roses y hasta Oasis, pienso que nos podemos remitir a sus compatriotas The Go-Betweens para comprender por donde se mueve la cosa con el trío australiano en el disco. Sabor indie pop-rock, melodías pulidas con mucha paciencia, la importancia en la figura del cantautor y una convicción fuerte sobre la necesidad de buscar inspiración en las raíces del britpop. Revivir los noventas, capturando la esencia de los pioneros que encontraron una nueva forma de hacer rock. A pesar de eso, han demostrado ser buenos compositores incluso en medio de su revivalismo. Han dado los primeros pasos en la construcción de un sonido propio. Hay margen de mejora.

"Blown Away" es mi recomendada. No es el tipo de canciones que se esperan sino hasta el tercer o cuarto álbum.

Aquí va "In The Moment".


Calificación: 4/5

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