Cinco mujeres que reunió la carretera en el momento justo.
En un año donde las guitarras prácticamente han dominado mi vida diaria como este, conocer bandas nuevas que demuestren la buena vida que tiene el rock todavía en el underground es gratificante. Queda mucho por conocer sobre ese lado de la música tan pisoteado por la vieja guardia y las tendencias dominantes en la actualidad como para sugerir una decadencia en el genero. Escuchar bandas como Jane Lee Hooker solo refuerza esa sensación de que aun hay historias por escribir.
Aunque sus miembros ya tienen años de trayectoria previa a sus espaldas con otros grupos, Jane Lee Hooker muestra la fuerza de las bandas nuevas mezclada con la experiencia y las tablas que adquirieron en el pasado. Son cinco mujeres que reunió la carretera en el momento justo, empezando por sus dos guitarristas, High Tope y T-Bone, que en los noventa estuvieron en una banda llamada Helldorado para luego partir caminos y unirse a Nashville Pussy y Bad Wizard, respectivamente.
En 2013 volvieron a encontrarse en Nueva York y decidieron armar un grupo juntas. Reclutaron a la bajista Hail Mary, la baterista Cool Whip y la vocalista Dana "Danger" Athens. Unidas por su admiración hacia John Lee Hooker, Johnny Winter, Booker T Jones, Muddy Waters y otros ilustres exponentes del blues, nace la banda protagonista de este post.
Para el lector habitual de THIS IS MUSIC podría ser útil algo de contexto en lo que al sonido de Jane Lee Hooker se refiere. Digamos que suenan como Alabama Shakes, pero con más blues, menos optimismo y la suciedad en plan "sexo, drogas y rock and roll" de la que provienen sus miembros. La clave está en la química de las dos guitarras, una base rítmica contundente y la voz de "Danger" Athens, fácilmente comparable a la de Janis Joplin. Es lo que sale cuando el punk que tocaban todos sus miembros cuando empezaron en el negocio se deja añejar lo suficiente, sin perder el espíritu primitivo que las puso en un escenario.
Jane Lee Hooker ha sabido sorprender con su álbum debut, No B!. Once canciones donde dejan ver un acople imponente, perfectamente aceitado y sensaciones que bien pueden evocar a Janis Joplin como a Joan Jett. Principalmente versionando clásicos del blues y alguno del soul como "Free Me" de Otis Redding, dejan espacio para algunas composiciones propias como "In The Valley". Todo el tiempo alternan entre el medio tiempo blusero, la linea hard rock y un rock and roll más relajado.
Como abrebocas, dejo la canción que eligieron como corte de difusión: una versión de "Wade In The Water", tema tradicional norteamericano.
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