La adrenalina quedó por encima de la consola.
En el 2013 una agrupación bogotana llamada Árbol De Ojos lanzó su primer trabajo de estudio titulado ‘Zorro’, luego de siete años en el anonimato entre ensayos y presentaciones en bares donde irían encontrando su manera de hacer las cosas. Gracias a cortes de difusión como como "Tal Vez" o "No Soy De Confiar", el grupo tuvo la oportunidad de hacerse reconocido en el panorama local.
Recuerdo que en su momento ese debut no me gustó mucho. Como que sonaba muy pulido para tener las influencias de Arctic Monkeys y Queens of the Stone Age que todos parecían notar entonces. El grupo en si mismo no me disgustaba, pero no terminaba de cerrarme.
Personalmente tuve la oportunidad de verlos hasta la fecha en 3 ocasiones. Una abriendo para Los Bunkers en el 2013, otra al año siguiente en Estereo Picnic, y otra el año pasado en el Festival Hermoso Ruido (quería ir una cuarta vez cuando estrenaron el álbum que estamos reseñando ahora, pero por cosas de tiempo no fue posible). Las dos primeras veces me di cuenta que sus canciones en directo sonaban mucho más desenvueltas que en las versiones de estudio, lo que me dio esperanzas con ellos de cara al futuro. Pero en el tercero básicamente entendí de que se trataba Árbol De Ojos.
Ya habían estrenado para ese momento dos nuevas canciones, "Poliglota" y "Esta Canción No Es Tu Canción". Lo increible es que esa noche el vocalista Camilo Maldonado se soltó más que de costumbre en su interacción con el publico mientras las guitarras disparaban la adrenalina a un punto que no recuerdo haber escuchado en ninguna otra banda colombiana. Realmente me dejaron con una sensación de éxtasis que me hizo entender que había algo grande gestándose ahí, y que muy pronto nos íbamos a enterar de qué se trataba.
Ya este año conocimos un tercer adelanto, "Cangrejo", y es entonces cuando queda claro a lo que debemos atenernos con el segundo álbum, 'Regular': a una irresponsabilidad absoluta, coordinada entre baterías potentes y guitarras a todo volumen.
La dinámica de 'Regular' consiste en alternar temas rápidos con otros más lentos, pero esta vez con una mejor continuidad que la mostrada en su primer álbum. Prueba de eso el arranque con "Poliglota", bien peculiar porque la batería se encarga de darle un tono aplastante mientras las guitarras son libres de producir el caos a pesar de ser más como un vals en clave rock. Le sigue el voltaje de "Cangrejo", mucho más rápida y con un tono desafiante en la voz de su cantante. Es un rock and roll sucio, atrevido como no siempre uno ve en Colombia, que aprovecha también cositas del indie rock, especialmente de los Arctic Monkeys.
En el 2013 una agrupación bogotana llamada Árbol De Ojos lanzó su primer trabajo de estudio titulado ‘Zorro’, luego de siete años en el anonimato entre ensayos y presentaciones en bares donde irían encontrando su manera de hacer las cosas. Gracias a cortes de difusión como como "Tal Vez" o "No Soy De Confiar", el grupo tuvo la oportunidad de hacerse reconocido en el panorama local.
Recuerdo que en su momento ese debut no me gustó mucho. Como que sonaba muy pulido para tener las influencias de Arctic Monkeys y Queens of the Stone Age que todos parecían notar entonces. El grupo en si mismo no me disgustaba, pero no terminaba de cerrarme.
Personalmente tuve la oportunidad de verlos hasta la fecha en 3 ocasiones. Una abriendo para Los Bunkers en el 2013, otra al año siguiente en Estereo Picnic, y otra el año pasado en el Festival Hermoso Ruido (quería ir una cuarta vez cuando estrenaron el álbum que estamos reseñando ahora, pero por cosas de tiempo no fue posible). Las dos primeras veces me di cuenta que sus canciones en directo sonaban mucho más desenvueltas que en las versiones de estudio, lo que me dio esperanzas con ellos de cara al futuro. Pero en el tercero básicamente entendí de que se trataba Árbol De Ojos.
Ya habían estrenado para ese momento dos nuevas canciones, "Poliglota" y "Esta Canción No Es Tu Canción". Lo increible es que esa noche el vocalista Camilo Maldonado se soltó más que de costumbre en su interacción con el publico mientras las guitarras disparaban la adrenalina a un punto que no recuerdo haber escuchado en ninguna otra banda colombiana. Realmente me dejaron con una sensación de éxtasis que me hizo entender que había algo grande gestándose ahí, y que muy pronto nos íbamos a enterar de qué se trataba.
La dinámica de 'Regular' consiste en alternar temas rápidos con otros más lentos, pero esta vez con una mejor continuidad que la mostrada en su primer álbum. Prueba de eso el arranque con "Poliglota", bien peculiar porque la batería se encarga de darle un tono aplastante mientras las guitarras son libres de producir el caos a pesar de ser más como un vals en clave rock. Le sigue el voltaje de "Cangrejo", mucho más rápida y con un tono desafiante en la voz de su cantante. Es un rock and roll sucio, atrevido como no siempre uno ve en Colombia, que aprovecha también cositas del indie rock, especialmente de los Arctic Monkeys.
"Todo Va A Estar Bien" torna el asunto más seductor con un ritmo más lento pero igualmente preciso. El trabajo de guitarras es simplemente majestuoso y ratifica mejor que cualquier otra la configuración de un sonido propio, solido, e irresistible. "Lo Menos Peor" tiene una letra muy intrincada e ingeniosa sobre una relación lujuriosa y algo tormentosa pero igualmente adictiva, acompañada nuevamente por un ritmo más veloz inspirado en el rock and roll.
Llegados a la mitad del disco, los referentes pasan de ser los Arctic Monkeys a los primeros The Strokes. Primero con "No Hay De Que Hablar", con ganchos bien definidos y con un sonido como de "indie para estadio" que sorprende por lo bien trabajado del resultado. "No Fue Por Tontos" sigue muchas de las ideas de Julian Casablancas y compañía: punteos pegadizos pero sencillos a lo The Cars, ritmo garage definido y una voz que evoca la noche y la ciudad todo el tiempo.
El pulso rock endiablado que al parecer es ya marca registrada de Árbol De Ojos encuentra uno de sus puntos más altos con "Aprendiendo A Decir No". El riff de guitarra tiene una inspiración clara en el surf, pero el uso que hacen de él es mucho más rabioso. Tiene ese trazo garage rock que lo hace un detonante perfecto para la adrenalina en los conciertos. Es algo que podría decirse de todo el disco, pero esta es una de las dos canciones de 'Regular' donde consiguen el mejor resultado de cara a los directos.
En "Probabilidades" vuelve la calma seductora con punteos de guitarra que se prolongan hasta el infinito y un ambiente más reflexivo del que acostumbran, dejando evidencias de una búsqueda de nuevos horizontes creativos de cara al futuro. Las cosas se ponen un poco más crudas en "Reptiliana", en la que sin duda es la más dramática entre todas las canciones del álbum.
"Esta Canción No Es Tu Canción" es en definitiva lo mejor que haya compuesto Árbol De Ojos hasta ahora. No siempre el rock colombiano se caracteriza por mostrar originalidad. Aunque eso no implica que una canción sea buena o mala, puede marcar la diferencia entre la trascendencia y el disfrute temporal. Árbol De Ojos dejó claro eso con este adelanto del que será su segundo trabajo discográfico, donde no solo terminan de darle forma a su sonido, sino que ponen en nuestros oídos una letra que evoca una irresponsabilidad ingeniosa.
'Regular' celebra el amor casual y las aventuras incluso más que su debut. Las letras siguen la misma idea de recopilar estas historias donde el hombre o la mujer pueden ser los astutos que se divierten a costa del otro. La gran diferencia es evidentemente que se concentraron en ser más directos. Si de algo pecaba 'Zorro' a pesar de ser un buen álbum era de que sonaba demasiado pulido para lo que realmente necesitaban. No representaba totalmente lo que uno veía en los conciertos y tal vez por eso las canciones que pasan la prueba del tiempo no son tantas. Pero con 'Regular' la cosa es distinta porque la adrenalina quedó por encima de la consola. Cuando hubo necesidad de ser reflexivos dejaron ver todos los matices que conforman su sonido, pero al momento de subir la velocidad básicamente se propusieron dejar sin aliento a todo el mundo. Y les funciona la idea.
Sin el mismo impacto de un Diamante Eléctrico, Árbol De Ojos se las ha ingeniado para consolidar un sonido que no tiene nada para envidiarle al ganador del Grammy Latino del año pasado.
Sin el mismo impacto de un Diamante Eléctrico, Árbol De Ojos se las ha ingeniado para consolidar un sonido que no tiene nada para envidiarle al ganador del Grammy Latino del año pasado.
Aquí va "Todo Va A Estar Bien".
Calificación: 4.5/5
No hay comentarios.:
Publicar un comentario