miércoles, 17 de junio de 2015

Reseña: Muse - Drones


Una fijación exagerada con los ganchos de Queen, que conducen a una autoparodia de lo que alguna vez fue Muse.



No quiero extenderme demasiado con un contexto sobre Muse o expectativas o cosas por el estilo. Ni siquiera eso vale la pena, así que seré tan contundente como me sea posible.

Dicho eso, la sentencia: Drones es el disco donde se produce mi divorcio con Muse. 

Al menos para mí, claro. Porque para algunos ese fue Black Holes and Revelations, para muchos más fue The Resistance, y para otros cuantos lo fue The 2nd Law. Pero lo que pasaba en esos álbumes era que a pesar de esa tendencia más radiofónica, todavía se podía encontrar fuerza y atrevimiento en sus canciones más accesibles. Antes tenían un "Uprising", un "Resistance", un "Survival", un "Follow Me". Esta vez lo que mejor tienen es "The Handler" y "Defector", a pesar de que esta última es una donde queda claro el karma que arrastra todo el Drones: una fijación exagerada con los ganchos de Queen, que conducen a una autoparodia de lo que alguna vez fue Muse. Una que trata de ser como los Mercury y compañía una y otra vez. 

"Defector" tiene un riff notable y unos buenos cambios de ritmo, pero en el coro peca con esa fijación. "The Handler" si logra salirse de la fijación partiendo de una dinámica más lenta. Ambas son con distancia lo mejor que ofrece Drones.

Hablemos de los sencillos, probablemente la primera señal de alerta. "Psycho" no daba buenos augurios, pues alguien que siga con suficiente atención la carrera de Muse sabe que el riff básicamente sale del outro que hacen en vivo para "Stockholm Sindrome". "Dead Inside", "Mercy" y la new wave "Reapers" a pesar de su tendencia radiable y sus comparaciones fáciles con Thirty Seconds To Mars se las ingenian para funcionar más o menos bien (especialmente “Dead Inside”) pero no dan esa sensación de ansiedad por querer escucharlas en un estadio.

El resto es el resto. "Revolt" es totalmente intrascendente, lo mismo "Aftermath" y la fórmula agotada en "The Globalist" que intenta pasear a Ennio Morricone con éxito limitado. La primera mitad va bien, la segunda no logra ponerse a la altura por mucha eléctrica que sume a la causa.  Con la misma suerte corre ambiente romántico de "Aftermath", que lo intenta pero es engañoso. No es mala canción, pero se queda corta si se compara incluso con canciones de The Resistance. ¿La razón? Adivinen... así es. Otro intento descarado de ser como Queen y no como Muse.

Pero hay que ser justos: a Bellamy y compañía no se le puede pedir ya otro Origin Of Symmetry. Todo palidece comparado con esa etapa, y por eso las comparaciones deben ser con sus antecesores inmediatos, The Resistance y The 2nd Law. Es ahí donde Drones realmente pierde la guerra, porque aunque metieran orquestaciones o electrónica a su base de power trío, se las ingeniaban para que funcionara. Esta vez tendrán suerte si logran ventas iniciales fuertes, porque ni siquiera el apartado comercial se antoja favorable para ellos. El contenido es vacío, carente de fuerza, y con la mera pretensión de hacer caja con la nostalgia. Y vea usted, es su primer #1 en Estados Unidos. Relación costo-beneficio...

Por eso es que mi divorcio con Muse no es por hacerse “más comerciales”, sino por volverse una parodia de sí mismos en el proceso. Porque eso y anclarse en la nostalgia son las únicas cosas realmente imperdonables para alguien que se dedica a la música. No veo probable seguir su trayectoria con la misma atención o las mismas ganas que lo hacia hasta ahora. Es mejor dejar que sean otros quienes prefieran seguir los moribundos pasos de una banda que supo ser un autentico shock en este inicio del milenio.

Mi recomendada es "The Handler". No aguanta el tipo con otras canciones de su catalogo, pero al menos no se siente tan repetitiva como las otras.

Aquí va "Dead Inside".


Calificación: 1/5

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