Por heavy no me refiero estrictamente al metal.
Como no hubo muchas reseñas en THIS IS MUSIC este 2017 (dejando como un sinsentido hacer los "premios THIS IS MUSIC"), elegí compensarlo para este remate del año lanzando una serie de listas adicionales a las acostumbradas donde hablaré un poco de los trabajos que más llamaron mi atención en distintas categorías. La primera de ellas son los álbumes heavy.
Por heavy no me refiero estrictamente al metal (aunque predomina el metal en esta selección). Es más bien una forma de englobar en general a la facción dura del rock que todavía resiste (y en algunos casos hasta trata de avanzar) en el panorama musical. Como viene siendo costumbre en los últimos tiempos, hay discos donde o bien los ganchos melódicos parecen funcionar nuevamente, o bien se percibe un claro esfuerzo por escribir nuevas paginas memorables en ese nicho. Uno que si bien a ratos es más como un palo en la rueda del progreso para el rock, aun se las ingenia para sorprender.
Se queda por fuera
Danzig - Black Laden Crown
Pasaron siete años sin escuchar nuevo material original de Danzig (hace dos años lanzaron un álbum de covers titulado 'Skeletons', pero eso es otra historia) y seguramente pensamos que al estar Glenn pensando en su regreso a Misfits se iba a concentrar exclusivamente en ello. Pues resulta que tenía algo guardado bajo la manga y eso era nueva música de Danzig que venía trabajando desde 2014 de manera esporádica. Siendo su decimoprimer material de estudio, 'Black Laden Crown' reafirma al cronista turbio de siempre entre instintos blues, guitarras imponentes y esa voz que aun con los años sigue teniendo el magnetismo necesario para equipararse a cualquier crooner de la historia.
10. Electric Wizard - Wizard Bloody Wizard
Grabado de manera análoga para conseguir en palabras de su cantante y lider Jus Osborn el sonido más crudo posible, 'Wizard Bloody Wizard' es más allá del evidente guiño a Black Sabbath un trabajo contundente, turbio y por momentos dotado de una acidez que desgarra y suelta ampollas con cada guitarrazo distorsionado. Seis canciones resultan suficientes para ilustrar esa mirada de otra época hasta llevarla (parámetros del doom mediante) a buen puerto. No es innovador ni lo necesita, se basta con hacer que esos pasajes abrasivos funcionen.
Grabado de manera análoga para conseguir en palabras de su cantante y lider Jus Osborn el sonido más crudo posible, 'Wizard Bloody Wizard' es más allá del evidente guiño a Black Sabbath un trabajo contundente, turbio y por momentos dotado de una acidez que desgarra y suelta ampollas con cada guitarrazo distorsionado. Seis canciones resultan suficientes para ilustrar esa mirada de otra época hasta llevarla (parámetros del doom mediante) a buen puerto. No es innovador ni lo necesita, se basta con hacer que esos pasajes abrasivos funcionen.
9. King Woman - Create In The Image Of Suffering
Como dije en la reseña respectiva, seguramente el metal y el shoegaze llevan ya una relación de larga data, pero que el shoegaze se acercara al stoner rock puede que si sea nuevo. Y efectivamente eso consigue King Woman con su álbum debut, protagonizado por canciones sórdidas, con el abismo haciéndose sentir en cada espacio donde la guitarra prolonga su rasgueo mientras la cantante Kristina Esfandiari suena extrañamente dulce entre semejante pandemonium. Califica como "metal hipster", seguramente, pero por piezas tan soberbias como "Hierophant", "Shame" o "Manna" las denominaciones pierden sentido. Eso si, queda claro que se alinean al sonido que Alcest y Deafheaven vienen popularizando últimamente en algunos círculos, y la mejor evidencia es que la producción corrió a cargo de Jack Shirley, el mismo responsable de producir los tres discos de Deafheaven.
8. Kreator - Gods Of Violence
Cuando se tiene un arranque donde de corrido escuchamos cosas tan potentes como "Apocalypticon", "World War Now" y "Satan Is Real" es difícil decir que no. Pocos han comprendido tan bien como Kreator lo necesaria que es la evolución en una banda sin sacrificar las señas de identidad como en 'Gods Of Violence'. No tuvieron problema en meter trazos de power metal o de la linea más clásica y cruzarlos con su thrash siempre directo y atronador. La voz de Mille Petroza suena equilibrada entre la dureza y la melodía sin poner nunca una por encima de la otra. Impecable trabajo, como suele ser costumbre en ellos.
7. Mastodon - Emperor Of Sand
Se sabia que resultaría difícil igualar o superar su 'Once More Round The Sun' de 2014, pero trazando un paralelismo con Queens of the Stone Age (banda con la que comparten más similitudes en lo creativo y su evolución de lo que parece) podemos notar que a Mastodon no se los ha comido la presión tanto como a Homme y compañía. Con la producción de Brendan O'Brien, ofrecen con 'Emperor Of Sand' su álbum más pulido hasta la fecha, cosa que puede alejar a los fans de su lado más metalero pero que a la vez se compensa con la notoria atención a detalles progresivos y el protagonismo de los teclados como en "Clandestiny" y "Steambreather" o en una mayor atención a los arreglos como puede notarse en el intro de gamelán para "Sultan's Curse". Eso si, cuando deben subir el volumen a las guitarras como en "Show Yourself" o "Jaguar God" no lo piensan dos veces.
6. Stone Sour - Hydrograd
Se puede pasar toda una vida detestando a Corey Taylor por sus declaraciones y esa figura de "todo es música" que vende a la prensa, o se puede mirar más allá y reconocer que tanto en Slipknot como en Stone Sour la ha sabido romper siempre. Con Slipknot no tuve mayores problemas para reconocer su encanto, pero con Stone Sour si. Me parecía más como una versión pulida de Slipknot y sin mascaras. Eso al menos hasta que escuché y me tragué cada una de mis palabras e impresiones previas. Más allá de que añade retazos de rock clásico a una idea general que viene trabajando durante 20 años (es decir, un hibrido de nu metal, death metal y uno que otro instinto punk), en 'Hydrograd' consiguió darles una forma contundente de verdad sin sacrificar el lado mainstream de la cuestión dejando como ejemplo temazos como "Taipei Person/Allah Tea" o "Fabuless". Dudo que me obligue a reformular mi postura respecto a Stone Sour, pero tampoco debe extrañar si ocurre.
Se puede pasar toda una vida detestando a Corey Taylor por sus declaraciones y esa figura de "todo es música" que vende a la prensa, o se puede mirar más allá y reconocer que tanto en Slipknot como en Stone Sour la ha sabido romper siempre. Con Slipknot no tuve mayores problemas para reconocer su encanto, pero con Stone Sour si. Me parecía más como una versión pulida de Slipknot y sin mascaras. Eso al menos hasta que escuché y me tragué cada una de mis palabras e impresiones previas. Más allá de que añade retazos de rock clásico a una idea general que viene trabajando durante 20 años (es decir, un hibrido de nu metal, death metal y uno que otro instinto punk), en 'Hydrograd' consiguió darles una forma contundente de verdad sin sacrificar el lado mainstream de la cuestión dejando como ejemplo temazos como "Taipei Person/Allah Tea" o "Fabuless". Dudo que me obligue a reformular mi postura respecto a Stone Sour, pero tampoco debe extrañar si ocurre.
5. Firewind - Immortals
Por cosas del indie (?) dejé aparcado durante mucho tiempo el metal en mi vida. En el proceso me olvidé del power metal pero en la periferia escuchaba decepcionado cómo Sonata Arctica y Stratovarius se desangraban en vida con sus últimos trabajos de estudio. Tal vez por eso 'Immortals', el octavo trabajo de los griegos Firewind (a quienes conocí recientemente porque "alguien" me transmitió su admiración por Gus G) me dejó tan sorprendido. No es solo escuchar a G hacer sus gracias con esa precisión quirúrgica en la guitarra, sino en general a una banda que entre los golpes en la batería de Johan Nunez y la imponente voz de su nuevo cantante Henning Basse resulta siendo algo que muchas veces el metal olvida que debe ser por encima de todo: entretenido.
Por cosas del indie (?) dejé aparcado durante mucho tiempo el metal en mi vida. En el proceso me olvidé del power metal pero en la periferia escuchaba decepcionado cómo Sonata Arctica y Stratovarius se desangraban en vida con sus últimos trabajos de estudio. Tal vez por eso 'Immortals', el octavo trabajo de los griegos Firewind (a quienes conocí recientemente porque "alguien" me transmitió su admiración por Gus G) me dejó tan sorprendido. No es solo escuchar a G hacer sus gracias con esa precisión quirúrgica en la guitarra, sino en general a una banda que entre los golpes en la batería de Johan Nunez y la imponente voz de su nuevo cantante Henning Basse resulta siendo algo que muchas veces el metal olvida que debe ser por encima de todo: entretenido.
4. Cavalera Conspiracy - Psychosis
No fallan una Max e Igor cuando se juntan a componer. No lo hicieron en Sepultura y hasta ahora no ha sido el caso en Cavalera Conspiracy. 'Psychosis' aun logra transmitir esa demencia, ese frenesí y esa violencia que solo los hermanos y Marc Rizzo pueden generar cuando ponen sus manos sobre un instrumento y más importante aun: pone su mirada en 'Roots' y 'Chaos A.D.' (un poco "vieja confiable" el recurso) a la hora de componer y el resultado es tan demoledor como cabría esperar. Ojala y la banda que mantiene el nombre de Sepultura hoy en día se hubiese acercado siquiera una cuarta parte a la asertividad mostrada por los Cavalera con su último álbum...
3. While She Sleeps - You Are We
Si hablamos de discos heavy entretenidos, este debe mencionarse si o si. Al ser una banda hermana de Bring Me The Horizon hasta en su origen (ambos grupos son de Sheffield) no resulta extraño que el tercer trabajo de While She Sleeps tenga similitudes tan marcadas con los creadores de "Follow You", siendo "Steal The Sun" el mejor ejemplo (por no mencionar la participación de Oliver Sykes como vocalista invitado en "Silence Speaks") pero en particular a lo largo de 'You Are We' se notará que el punto de partida creativo para Aaran Mackenzie y compañía fue el ingenio para diversificarse de Lostprophets y las ganas de reinventarse de Enter Shikari. Un tema tras otro demuestran la impecable coordinación entre los instrumentos mientras el hardcore y el metalcore se cruzan para dar vida a un álbum emocionante, repleto de picos, descarnado y con estribillos de esos que hacen escuela. Para destacar el trabajo de Adam Savage en la batería en la canción titular.
2. Amenra - Mass VI
Siendo el nombre más ilustre del llamado post-metal, siempre se espera algo extraño, salido de toda concepción previa del heavy metal en un álbum de Amenra. Los belgas son algo así como el lado malvado de Sigur Rós y en 'Mass VI' lo vuelven a demostrar (como si hubiese necesidad de eso, en todo caso...). Los gritos desgarrados de Colin H. van Eeckhout son dignos de un Michael Gira en Swans o una Irene Papas haciendo su gracia con Aphrodite's Child y sirven de extensión para instrumentaciones impredecibles que tal vez por eso mismo al combinarlas con la típica pesadez metalera funcionan tan maravillosamente.
Siendo el nombre más ilustre del llamado post-metal, siempre se espera algo extraño, salido de toda concepción previa del heavy metal en un álbum de Amenra. Los belgas son algo así como el lado malvado de Sigur Rós y en 'Mass VI' lo vuelven a demostrar (como si hubiese necesidad de eso, en todo caso...). Los gritos desgarrados de Colin H. van Eeckhout son dignos de un Michael Gira en Swans o una Irene Papas haciendo su gracia con Aphrodite's Child y sirven de extensión para instrumentaciones impredecibles que tal vez por eso mismo al combinarlas con la típica pesadez metalera funcionan tan maravillosamente.
1. Dead Cross - Dead Cross
Un supergrupo siempre despierta expectativa, pero muy rara vez logra semejante grado de cohesión como el alcanzado por Dave Lombardo, Justin Pearson y Mike Crain con el reemplazo de Gabe Serbian, su vocalista anterior: el eterno Mike Patton. En principio no sorprende porque Lombardo y Patton hicieron y deshicieron tiempo atrás en Fantomas con maravillosos resultados, pero ni el más optimista esperaba que el tipo que usa más que nadie su voz como instrumento y el señor doble bombo articularan junto con las guitarras caóticas de Crain y el bajo contundente de Pearson un álbum debut tan alucinante que hacen parecer la media hora de duración como si fuesen tres minutos. Metal, punk, hardcore y hasta trazos de post punk (el cover a "Bela Lugosi's Dead" de Bauhaus no es gratuito) se entrecruzan en una placa enajenada, desatada, que parece ir a todas partes al mismo tiempo pero en realidad se rige por los misteriosos designios de Patton-Lombardo sin dejar que la locura pierda su rumbo (cualquiera que este sea) o vaya en contravía del resultado.
Un supergrupo siempre despierta expectativa, pero muy rara vez logra semejante grado de cohesión como el alcanzado por Dave Lombardo, Justin Pearson y Mike Crain con el reemplazo de Gabe Serbian, su vocalista anterior: el eterno Mike Patton. En principio no sorprende porque Lombardo y Patton hicieron y deshicieron tiempo atrás en Fantomas con maravillosos resultados, pero ni el más optimista esperaba que el tipo que usa más que nadie su voz como instrumento y el señor doble bombo articularan junto con las guitarras caóticas de Crain y el bajo contundente de Pearson un álbum debut tan alucinante que hacen parecer la media hora de duración como si fuesen tres minutos. Metal, punk, hardcore y hasta trazos de post punk (el cover a "Bela Lugosi's Dead" de Bauhaus no es gratuito) se entrecruzan en una placa enajenada, desatada, que parece ir a todas partes al mismo tiempo pero en realidad se rige por los misteriosos designios de Patton-Lombardo sin dejar que la locura pierda su rumbo (cualquiera que este sea) o vaya en contravía del resultado.
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