jueves, 6 de abril de 2017

Reseña: Wire - Silver/Lead


Es lo que tiene la hiperactividad: permite sacar discos muy buenos con más frecuencia, pero con el riesgo de grabar varios más flojos.


En un momento de su larguísima trayectoria donde parecen haber redescubierto ese fuego interno que los hizo imprescindibles para el universo post punk a finales de los setenta (no es coincidencia que hace 40 años apareciera su memorable ‘Pink Flag’), Wire sube la apuesta con ‘Silver/Lead’, un álbum donde recuerdan más que nunca a esa banda que aprovechaba los pedales de las guitarras y los teclados de una manera tan imaginativa que cuesta creer que sean veteranos.

Tal y como pasó en los últimos años con ‘Changes Becomes Us’, su homónimo ‘Wire’ o ‘Nocturnal Koreans’ (algo irregular en comparación pero todavía disfrutable), Colin Newman y compañía se regodean en las posibilidades que da haber pasado por todo. Conflictos internos, separaciones, regresos, suicidios comerciales y, por encima de todo, la constante oscilación entre las guitarras y los sintetizadores que ha marcado a fuego su carrera y la de muchas bandas posteriores. Su capacidad para arreglar las canciones en bruto y deformarlas como quien hace una escultura ha pasado de la fuerza que da la ingenuidad en sus primeros años, a la experiencia adquirida de aquel que conoce todos los misterios que encierra el estudio de grabación.

La clave en muchas de las canciones consiste en repetir el riff de guitarra constantemente, con el añadido de ciertos detalles más sintéticos que son los que hacen avanzar cada tema según sea el caso de algo más dinámico o algo más atmosférico. “Playing Harp For The Fishes” es un buen punto de referencia para explicar lo anterior, y supongo que lo mismo pensó la banda, pues ese tema se encarga de abrir el disco. En la bien college rock “Short Elevated Period” y “Diamonds In Cups” las guitarras suenan un poco más convencionales en sus melodías o en su estructura, pero sin perder el tono atmosférico que se convirtió en su sello de identidad. Incluso en “Sonic Lens” la banda como que busca explicarle al oyente que esas estructuras más propias de unos Echo & The Bunnymen pueden reformularse notablemente.

Pero claro, no se van a limitar a coquetear con lo ya existente. Y ahí nos dejan algunas buenas dosis de reverberaciones en “An Alibi” o “Forever & A Day”, profundizando en ambientes oscuros y aprovechando en el intro alguna jugada propia de ese “gótico de estadio” ochentero. “Brio” y “Silver/Lead" también se mueven gracias a las reverberaciones, pero prefieren ofrecer algo más de luz. En un término medio entre melodías deformes y reverberaciones infinitas se ubica “This Time” con un riff hipnótico alrededor del cual se van ubicando los demás instrumentos, junto a esa mar de tranquilidad inquietante que es "Sleep On The Wing".

Hay variedad en 'Silver/Lead' y una mayor consistencia que en 'Nocturnal Koreans'. Es algo que tiene la hiperactividad: permite sacar discos muy buenos con más frecuencia, pero con el riesgo de grabar varios más flojos por el poco tiempo que hay para pulir debidamente los temas. Independiente de eso siguen ahí, lanzando música, y esforzándose por estar a la altura de lo que un nombre de culto como el suyo exige. Pero más allá de lo anterior, conservan esa capacidad de llevarnos por los lugares más inusuales con arreglos y ruidos impredecibles. No son tantos los grupos que pueden decir lo mismo.

Mi recomendada es "Brio". Tiene un aura medio shoegaze que la hace supremamente irresistible.

Aquí va "Short Elevated Period".


Calificación: 3.5/5

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