martes, 25 de octubre de 2016

Reseña: The Veils - Total Depravity


Suena como el resultado de cruzar a Kula Shaker, Nick Cave, Pulp y The Pop Group.

Por algún motivo que no logro comprender del todo, no sabía de The Veils antes de 'Total Depravity'. Resulta extraño, pues es el tipo de banda que siempre sigo: algo friki, muy versátil, y con un vocalista como Finn Andrews capaz de encarnar la luz y la oscuridad sin ningún inconveniente. Siguen un poco la estela de Belle And Sebastian o Arcade Fire y le suman algo del caos característico de Nick Cave And The Bad Seeds, cosa especialmente notable en las percusiones.

Luego de grabar sus tres primeros discos con Rough Trade y luego un cuarto en su propia disquera Pitch Beast Records, el trabajo que reseñamos el día de hoy es el primero que lanzan para Nettwerk Records, la misma disquera de Ladytron, Peter Murphy y Young Liars. La producción corrió a cargo de la mitad de Run The Jewels, El-P; Adam Greenspan, quien ya produjo el álbum anterior de The Veils, 'Time Stays, We Go' y el mismo Finn Andrews.

El resultado básicamente me dejó con la boca abierta (y tal vez hasta hiperventilando).


Suena como el resultado de cruzar a Kula Shaker, Nick Cave, Pulp y The Pop Group. Aunque se pueden escuchar canciones digeribles como "A Bit On The Side" y "Low Lays The Devil" que funcionan bien para lo que entendemos hoy por "musica indie" el tono general del álbum viene dominado por lo experimental. Para la muestra tenemos la inquietante y reflexiva "Axolotl" (donde colabora El-P), "Here Come The Dead" y la titular "Total Depravity"; el término medio entre lo accesible y lo suicida puede encontrarse en "Do Your Bones At Night?".

Lo interesante está sin duda cuando las canciones parecen ritos tribales e invocan un estado de trance. "Here Comes The Dead", "In The Blood" y sobre todo "King Of Chrome" que llega a rayar por momentos en lo pagano por la forma en que Finn casi que suena como un predicador desequilibrado en vez del cantante promedio, son buenos ejemplos.


En el otro extremo tenemos a "Swimming With The Crocodiles", un trip hop engañoso que en apariencia marca distancias con el ambiente tétrico predominante en el álbum. Es más relajada, cadenciosa pero siempre profunda. "In The Nightfall" solo con ecos al fondo y la voz de Finn en plan estelar sigue una idea similar. Otra faceta es la adulta, donde los ambientes sinfónicos y los teclados prolongados acompañan siempre una voz más pensada para contar historias que para encabezar rituales raros. Especialmente notable eso en el tramo final del disco en canciones como "Iodine & Iron" o "House Of Spirits".

En definitiva 'Total Depravity' es un trabajo donde todas esas exploraciones previas se plasman de una manera más certera y consistente que en los anteriores. Hay un poco de todo. Luz, oscuridad, sueños, pesadillas, amor, odio... siempre sostenido por letras donde la meloseria puede ser muy traicionera. Y claro, por una producción que dotó a las canciones de la variedad necesaria para no caer en la monotonía, así como la suficiente para no perder el norte.

"In The Blood" es mi recomendada. Se exige remix discotequero para esa cancion urgente.

Aquí va "Axolotl".


Calificación: 5/5

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