lunes, 12 de octubre de 2015

Balance del cartel de Estereo Picnic 2016


En un cartel pueden no merecer la misma atención, pero parados en un escenario si.

Hace una semana y luego de una campaña promocional incomparable en la historia de Colombia, conocimos finalmente los artistas que harán parte de la séptima edición del Festival Estereo Picnic. Con la expectativa de siempre y luego de ciertas criticas (algunas justificadas, otras no tanto) a la edición de este año, para este anuncio se esperaba un cartel que pudiera resarcirse y mantener la ambiciosa (aunque mal ejecutada) apuesta del año pasado por lo que pasaba en Latinoamerica y Colombia a nivel musical. Y claro, esperar una buena cuota internacional, como viene siendo la costumbre. Llega la hora de desglosar mas de 50 artistas de todos los orígenes y estilos musicales posibles.

Empecemos con los headliners. Florence And The Machine, Mumford & Sons, Snoop Dog y Jack Ü. Esas son, con mucha distancia, las elecciones más extraña para encabezar cualquier festival. Ni buenas ni malas, solo extraña. Salvando a Florence que hizo méritos más que sobrados con su How Big, How Blue, How Beautiful y sendas presentaciones en Coachella y Glastonbury; con los otros tres hay más dudas. 


Mumford & Sons luego de dos trabajos notables y con una identidad bien marcada lanza un tercero, Wilder Mind, donde se convierten en un pastiche americanizado y a medio camino entre Coldplay y The War On Drugs que no resulta convincente (al menos en el papel). Claro, tienen "Believe" y "I Will Wait" como argumentos en vivo, pero la cosa con ellos pasa por esa sensiblería conflictiva que parecía cautivar a todo el mundo este año cuando trajeron a Kings Of Leon y resultó en la lluvia de criticas que resultó. Prefiero no hacerme muchas expectativas con ellos, a ver si me saben sorprender. O en el mejor de los casos, darle una cachetada a todo lo que acabo de escribir...


Snoop Dog aun siendo una jugada valiente (meterlo de headliner) tiene esa cosa de ser una "vieja gloria" que llega a Latinoamerica estrictamente por plata. No necesariamente por un publico fiel o ventas importantes de sus discos. Solo por plata, y tal vez algo de psicoactivos. No estoy en contra de eso, pero es muy curioso ese movimiento, cuando el hip hop todavía no llega a ese nivel de consenso. entre los asistentes habituales. Con Jack Ü pasa que aun siendo su reputación totalmente justificada (Skrillex y Diplo, nada más que decir), ambos ya habían estado por separado este año. Yo los habría aguantado un poco más, pero bueno...


En la segunda fila (que personalmente considero que debería ser la que encabece el cartel) encontramos a The Flaming Lips, Noel Gallagher's High Flying Birds y Die Antwoord. La banda de Wayne Coyne fue el autentico shock de esta edición, pues esa de Estereo Picnic era (hasta el momento) su única presentación confirmada por Suramerica. No van a los Lollapalooza, así que nos quedamos con esa exclusiva. Claro que ellos para compensar se quedan con Eagles of Death Metal y Ghost, pero bue... no se puede tener todo en esta vida. Podemos esperar mucha rareza, psicodelia retorcida en la linea de sus últimos trabajos y, por el amor de Dios, esperemos que no involucre de alguna forma a Miley Cyrus en su presentación.


A Die Antwoord los venían pidiendo desde hace rato y ya tocaba que vinieran. Llegan en un gran momento, presentando su alucinante Donker Mag, ademas de un show donde lo arty se funde con la rave de una manera, cuando menos, retorcida.


El de Noel Gallagher es todo un temita, y es inevitable que me quede en él un buen rato. Además de sentir esa inevitable continuidad a la hazaña de ver a Kasabian este año, es el primer artista de la era dorada del britpop que se presenta en Colombia, luego de coquetear sin éxito con la posibilidad hace 3 años. Llega a un país que, siendo sinceros, nunca le prestó toda la atención que podía al movimiento britpop durante su auge por la tradicional fijación en la tendencia norteamericana. Solo en los últimos cinco o seis años la dinámica vino a cambiar con el estallido del indie rock en el país (del que Noel fue uno de sus artífices, para el que no lo sepa), pero su figura y su inclusión siguen siendo a la luz del día de hoy, polarizantes. 


Hay quienes se quedan con sus insultos y su arrogancia, y quienes lo juzgan por la música todavía creen que es el mismo tipo que tomaba sin pudor riffs de T Rex o The Beatles para hacer canciones. Craso error. Hace mucho que el mayor de los hermanos favoritos de todos (guiño, guiño) ha demostrado que detrás de sus canciones hay argumentos mucho más desafiantes de lo que muchos piensan. Solo escuchar Chasing Yesterday debería ser una buena evidencia de eso. 

No voy a defenderlo demasiado. No me necesita para eso. Pero cuando digo que es el nombre más importante del próximo año en Estereo Picnic no es porque sea uno de mis ídolos. Es porque hay un condicionamiento histórico que hasta ahora hacia prácticamente imposible pensar en la posibilidad de verlo en Colombia. Ojala y el publico no espere saltar demasiado con él, o que toque demasiadas de Oasis (mucho menos al estilo de Oasis). No es su estilo, por lo regular.


Seguimos bajando y en la tercera linea encontramos a un Kygo del cual poco y nada sabia antes del anuncio pero que podría compensar un poco la falta de unos Disclosure, a un Zedd que repetirá dos años después con más reconocimiento que nunca, a unos Tame Impala en fase synthpop y con las canciones apropiadas para distorsionar nuestros sentidos, a un ídolo hipster por naturaleza como es Nicholas Jaar, a unos Bad Religion que simple y llanamente darán clase de actitud y pelotas a la audiencia, y a una versión bastante inspirada de Alabama Shakes que promete sacarnos una sonrisa al final de su show.


La siguiente fila tiene a Of Monsters And Men (con expectativas más altas de las que su posición en el cartel puede sugerir), un prometedor DJ concentrado en la onda del house revival llamado Jamie Jones, un acto que muestra continuidad con Rudimental (y podría superarlo) llamado Jungle, una autentica rareza para ese contexto llamada Simian Mobile Disco, el mito colombiano de rigor en forma de las 1280 Almas, y una apuesta interesante en forma de dúo electro llamada Odesza. Interesantes todos ellos, y con algo de buena disposición de la audiencia puede que varios sean considerados de los mejores actos en la historia del Festival.


Por ultimo, encontramos al buen Albert Hammond Jr (es cierto lo que han dicho en estos días, vamos a terminar viendo a The Strokes por cuotas...), a Patrick Topping y Duke Dumont (Estereo Picnic 2016 será recordada como la edición donde el house tumbó a la EDM), la cuota reggae con Seeed, unos interesantes Walk The Moon que (vea usted) no conocí por su aparición en FIFA 13 sino por su tremenda "Shut Up And Dance", el canadiense A-Trak que en su momento fue la mitad de Duck Sauce (los mismos de "Barbra Streissand") y que por su cuenta viene haciéndolo bien, y un par de agrupaciones que no justifican para nada estar tan abajo en importancia: Alvvays y The Joy Formidable.


Como pudieron darse cuenta, por el lado del anglo estamos bien. El problema viene justamente con el resto.

Hispanoamerica pone una cuota de cantautores conformada por el dominicano Vicente Garcia, la hispano-danesa Christina Rosenvinge, la mexicana Ximena Sariñana y la chilena Francisca Valenzuela. La electrónica regional ve en el ecuatoriano Nicola Cruz su único representante, mientras que en las bandas tenemos a los argentinos de Onda Vaga (que ya estuvieron en Hermoso Ruido), y a Little Jesus de México. Eso es todo.

Salvando los cantautores, el resto de la oferta continental es bastante pobre. No por la calidad, sino por la cantidad. Una o dos bandas con mayor perfil o un estilo más contundente habrían estado de maravilla, pero supongo que por tener que complacer a una mayoría con lo de los artistas "del primer mundo" no hubo espacio para más. Personalmente, un Cuarteto de Nos o una Javiera Mena le habrían venido bien a esta edición.


La apuesta nacional en cambio, si bien se redujo comparada con el año pasado, mantuvo su calidad. Arrancando por las Almas y pasando por Sidestepper (proyecto de Richard Blair), seguimos bajando y encontramos una variedad que permite encontrar propuestas personales en la linea de Ela Minus y Goli, rock puro, duro y sin sentido como el de The Kitsch y Electric Mistakes, bandas con más reverencia a la herencia latinoamericana como Revolver Plateado, Oh' laville y bajo otros contextos, El Otro Grupo y Los Pirañas; el hip hop certero y polifacético de Los Petit Fellas, y una reafirmacion de lo bien que lo viene haciendo la electrónica con MNKYBSNSS La MiniTK Del Miedo. Algunos nombres se me escapan, pero la idea se entiende.


Desglosado el cartel, quedo satisfecho con las propuestas más que con los nombres. Para ser sincero solo me decidí a ir el próximo año porque va a estar Noel Gallagher. Pero si de algo se trata un festival de música, es de hacer que esas propuestas se conviertan en nombres. Y hay varios que merecen ese cambio de status. Un festival de música no se trata de fundamentalismos baratos sostenidos por su publico alrededor de etiquetas o tendencias que cambian cada segundo (si realmente quisieran los organizadores, ya habria reggaeton). Se trata de un espacio donde confluyen los ídolos y los aspirantes a ídolos en distintos campos de la música. En un cartel pueden no merecer la misma atención, pero parados en un escenario si.

No digo que a todos deba gustarles todo. Por eso es que la cuota es diversa, porque necesita cubrir muchos gustos distintos. Pero si usted escuchara de corrido a Revolver Plateado, Alabama Shakes, Noel Gallagher y Mumford And Sons para terminar diciendo que Revolver Plateado le copia a todos ellos, entonces usted no entiende de qué se ha tratado la música desde siempre. Ese tipo de situaciones ocurren porque la gente pone expectativas absurdas sobre bandas que no deben tenerlas (por el momento). ¿Como podría esperarse que MNKYBSNSS pueda dar un show siquiera comparable al de Jack Ü o al de Zedd? Yo creo que podrían hacerlo, pero los seguidores de Skrillex y Diplo no. Entonces, ¿para que ponemos tantas expectativas sobre artistas que apenas inician? ¿Por qué ese miedo a conocer nueva música? Es mejor dejarnos sorprender. Y con base en esa sorpresa, armar expectativas.

Supongo que cuando estemos más cerca a la fecha de Estereo Picnic y conozca con mayor profundidad muchas de estas propuestas, podré hablar con propiedad de recomendados o cosas por el estilo. Por ahora, solo queda la impresión de que el festival tuvo que ceder demasiado ante las demandas de un publico muy terco, que aun así no se siente conforme. Mi pregunta es ¿Qué más querían?

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