miércoles, 26 de noviembre de 2014

Reseña: Foo Fighters - Sonic Highways


La clave al final es el eclecticismo puesto a prueba en su modalidad más desafiante.

Admiro a Foo Fighters como a muy pocas bandas en esta vida. Saber ir mas allá de sus pasados respectivos, armar una historia común capaz de trascenderlo todo, y asumir al desafío que implica la madurez y los nuevos enfoques que esta ofrece invariablemente sin perder vigencia o publico, es digno de admiración. Pero si algo debe sorprender todavía mas, es la ambición de su líder, Dave Grohl de hacer a los Foo un ente a la altura de sus ídolos, llámese Led Zeppelin, Queen o como sea.

Como prueba de eso, el inmediato predecesor del álbum protagonista de esta reseña. Wasting Light vio la luz hace tres años y tenia un objetivo concreto: olvidarse de corregir todo con tecnología digital como en sus trabajos previos y hacer algo mas natural, mas salido de sus cabezas. El resultado fue uno de los discos más logrados de su carrera, consolidando todavía mas su perfil de banda hecha para llenar estadios.

Sin embargo, con Sonic Highways hay mucho más que retomar la visión análoga de la creación. La ambición de Grohl en esta ocasión da un giro de 180 grados, volviendo a la idea de trabajos como In Your Honor, donde los arreglos y la producción eran privilegiados. Mucho de eso se da por Sound City, el documental sobre los míticos estudios ubicados en Los Ángeles donde gente que va desde Nirvana a Fleetwood Mac grabaron sus álbumes mas importantes, dirigido por Grohl y con un soundtrack plagado de colaboraciones. Ambas cosas se adaptaron al formato de televisión y a la banda con la serie en HBO y algunos invitados de lujo que le supieran dar el sello que necesitaban los Foo en cada canción.

Eso me inspiraba muchas dudas. Algo me hacia pensar que la banda iba a caer victima de su propia sobre exposición, pensando (de forma bastante inocente) que no tenían la madurez o la capacidad necesarias para afrontar un proyecto de esa índole. Me imaginaba un trabajo que al final iba a resultar sobrevalorado por toda la expectativa previa. Y es por eso que nunca están de mas las cachetadas...

La intención de Foo Fighters de hecho es la mas ambiciosa de sus carreras hasta le fecha: grabar 8 canciones en 8 ciudades distintas de Estados Unidos, capturando así el sonido particular de cada una con los invitados. ¿Se imaginan como seria aplicar un proyecto de ese corte en Colombia? El que lo haga se ganaría madrazos de todos los calibres (y de todas las regiones), pero tendría un valor creativo incomparable.


Pero bien, mejor dejamos esas reflexiones para después porque ya suena por los parlantes "Something From Nothing". Recuerda mucho el estilo de Led Zeppelin y Queen, especialmente por el hecho en que se divide la canción en tres partes: una mas lenta y convencional, una segunda mas aventurera y atrevida en la guitarra, para dar paso a la ultima mucho mas enérgica y pesada. El sello propio de la banda queda reflejado en las posibilidades que ofrece tener tres guitarras, ahora mucho más explotadas, más variadas y menos ceñidas a la melodía que en Wasting Light.

Bueno, en realidad cuatro guitarras, si incluimos la de Rick Nielsen, el emblemático guitarrista de Cheap Trick y primer invitado de Sonic Highways. Destaca particularmente este caso porque utiliza una guitarra barítono, la cual tiene una afinación mas grave y una escala mas larga. Los cambios de ritmo constantes en "Something From Nothing" seguramente le permitieron sacar el jugo al máximo a su instrumento.

Con esa declaración de intenciones pasamos a "The Feast And The Famine", portando el estilo que hizo a The Colour And The Shape y There Is Nothing Left To Loose los trabajos tan grandiosos que fueron para los Foo. Grohl sabe enganchar con su voz, a la par con la enérgica batería de Taylor Hawkins y los inspirados riffs de guitarra ejecutados por Pat Smear y Chris Shiflett. En esta ocasión Grohl recurre a su nostalgia llamando a sus ex-compañeros de ScreamSkeeter Thompson y Pete Stahl (hermano de Franz Stahl, guitarrista de los Foo durante un breve periodo en los noventa).

Pero mientras esta explota su lado mas hard rock, en "Congregation" explota la otra faceta que los hizo armar himnos de estadio por montones: la power balada post grunge en la linea de "Resolve" o "Learn To Fly". Pero eso no les impide variar un poco las revoluciones en la segunda mitad, como a medio camino entre el blues y algún coqueteo con el country. Esto ultimo, cortesia de su invitado, Zack Brown.

En "What Did I Do?/God As My Witness" evoca un poco el desierto, los vaqueros, y toda ese estereotipo que rodea al Oeste del Sueño Americano. En buena parte esto se da por la colaboración de Gary Clark Jr., reconocido músico de blues y country que hace la guitarra líder para esta canción (con un solo estupendo en la ultima parte, por cierto). Pasamos a "Outside", una de las que más cambio ofrece en el manejo de las guitarras. Es importante destacar que no hay una distinción clara entre si suenan pesadas o suenan relajadas. De hecho parece que al igual que en "Something From Nothing", se prestan mas al servicio del ambiente que de la melodía, pero sin perder esta ultima del todo.

Eso se debe principalmente a los dos invitados que incluyen para la ocasión: Joe Walsh de Eagles que se despacha un trabajo notable en la guitarra, y Chris Goss, colaborador frecuente de Josh Homme y UNKLE. Por eso hay cierto toque de rock americano en la melodía, y teclados entrecruzados con guitarras distorsionadas en ciertos tramos de la canción. Luego nos topamos con "In The Clear", que vuelve por el tono de "Congregation", pero le suma a la Preservation Hall Jazz Band, imprimiendo una cosa medio exótica a su sonido. Va incluso mas allá de las cosas que habían probado en In Your Honor.

"Subterranean" es con distancia el experimento mas logrado de Sonic Highways. Suave, algo oscura con las guitarras prolongadas en el tiempo y con una colaboración muy interesante: Ben Gibbard de Death Cab For Cutie en las voces. Probablemente su participación influyó en mucho más, porque ese ritmo acompasado y atmosférico no es común en Foo Fighters. De hecho, suena más como los primeros trabajos de Death Cab. Para cerrar, "I Am A River" nos ofrece siete minutos en una dinámica similar a la de "Subterranean". Ritmos lentos, pero ahora con un muro de sonido para sumarle mística al asunto junto a las voces de Kristeen Young, con la cual ya había colaborado Grohl este año en su álbum The Knife Shift tocando la mayoría de instrumentos.

Viéndolo bien, Sound City pudo ser solo un simulacro para lo que finalmente se convirtió en Sonic Highways. Probablemente Grohl vio potencial en esa practica de los colaboradores que tan bien aplica Josh Homme con Queens of the Stone Age, pero sintió que podía sumarle algo mas a nivel de concepto. Y a nivel visual, claro. La única critica real que tengo con el álbum es el hecho de ser solo ocho canciones, pero por la complejidad del proyecto es bastante comprensible. 

Las canciones no tienen problema en hacerse memorables a los oídos de cada uno. Unas mas que otras, pero seguramente la lista de memorables va a variar de acuerdo a las inclinaciones de cada quien. Puede que uno se sienta mas identificado con la imponente "I Am A River", la crudeza de "Something From Nothing" o "The Feast And The Famine", la melódica "Congregation" o las mas aventureras "The Clear" y "Subterranean". La clave al final es el eclecticismo de la banda puesto a prueba en su modalidad más desafiante.

Eso si, a cierto nivel fallan en representar el "sonido americano" en Sonic Highways. No son mas que ocho canciones de las que Foo Fighters bien sabe hacer, con invitados de lujo y algún arreglo bien puesto.

"Outside" es mi recomendada. La épica y la experimentación no se habían distorsionado y cruzado tanto ni tan maravillosamente en una canción de Foo Fighters.

Aquí va "Subterranean".


Calificación: 4.5/5

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